Vigo es la ciudad con un menor porcentaje de vivienda vacía de la comunidad. Un estudio realizado por la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein) con datos tomados hace solo unos días concluye que de las algo más de 143.600 casas y pisos que hay registrados en el municipio, solo 18.600, el 12,9%, están sin uso. La proporción se sitúa sensiblemente por debajo de la anotada en las restantes ciudades de Galicia, como Lugo (20,7%), Ferrol (19,8) u Ourense (21,7%). El dato olívico es incluso menor que el de A Coruña, donde el análisis de Fegein concluye que carecen de habitante el 14,2% de las viviendas de la urbe. Aunque en Vigo hay censadas casi 8.200 domicilios más que en A Coruña, la capital herculina tiene más casas sin ocupante. En concreto, 700 más.

La falta de stock de vivienda no es exclusivo de Vigo. La misma circunstancia se constata en el resto del área. De las 53 comarcas gallegas estudiadas por Fegein -repartidas a lo largo y ancho de las cuatro provincias gallegas- la olívica es de lejos la que registra una menor proporción de casas y pisos sin uso. Solo 27.500 de las 207.700 propiedades que se distribuyen por Vigo y los municipios vecinos están vacíos, lo que supone el 13,2%. En otros puntos próximos de la provincia el porcentaje es varios puntos superior, como las comarcas de O Condado (16,6%), O Morrazo (17,8%), O Salnés (19,5%) o Tabeirós-Terra de Montes (13,2%). Con 35.200 viviendas sin inquilino, en la conurbación de A Coruña se alcanza un porcentaje del 16%.

El stock mínimo de vivienda en Vigo se explica principalmente por la peculiar situación que atraviesa su mercado inmobiliario. La falta de obra nueva, derivada en gran medida del contexto urbanístico, con el PXOM del 2008 anulado por sentencia del Tribunal Supremo desde hace años, ha dejado la bolsa de viviendas nuevas en mínimos históricos. En 2018 Fegein estimaba que en el mercado local había a la venta solo 80 propiedades a estrenar.

Uno de los mejores indicadores de esa situación es el repunte de demanda de casas y pisos de segunda mano. Los últimos datos sobre mercado inmobiliario publicados por el Ministerio de Fomento revelan que la compraventa de propiedades usadas se situó el año pasado en niveles históricos en Vigo y llegó a acaparar el 90% de todas las operaciones. Entre enero y septiembre, por ejemplo, se cerraron 1.700 transacciones de propiedades de segunda mano frente a solo 122 nuevas.

Una parte significativa de quienes buscan ese tipo de viviendas, que ya han pasado por diferentes propietarios, son particulares que quieren comprar pisos como inversión. Su objetivo es reformarlos para sacarlos después a un mercado de alquiler al alza y que ha visto cómo sus precios se encarecían en los últimos años. De nuevo según la información que maneja Fegein, responderían a ese perfil cerca del 40% de los compradores.

A pesar de ese escenario y del interés de los propietarios por sacar vivienda al mercado del alquiler, las rentas de Vigo se sitúan entre las más caras de Galicia. El boletín de arrendamiento residencial publicado por Fomento con datos de 2017 muestra que entonces se cobraba una media de 5,8 euros por metro cuadrado, un precio que supera a los 5,4 de A Coruña, los 5,1 de Santiago, 4,5 de Pontevedra o 3,6 de Lugo. Pese a su proximidad a Vigo, en Cangas, por ejemplo, el metro residencial en alquiler tenía un coste mensual de 3,8. En Redondela era incluso más bajo: 3,7.

Esos datos contrastan con las características de las viviendas en arrendamiento en la ciudad. El mismo análisis de Fomento concluye que las casas y pisos que se alquilan en Vigo son las más pequeñas.