Oporto necesita gastar millonadas para conseguir esos grandes buques que arriban a Vigo sin ninguna dificultad gracias a sus envidiables condiciones naturales representadas por una ría, abrigada además por Cíes, y muelles de fácil atraque y fondo de sobra. Esta es la principal ventaja del puerto vigués en esa carrera iniciada por las grandes navieras por renovar flota con unidades de mayor eslora y capacidad. Como el Glovis Sonic, el Ro-Ro de 230 metros de eslora que se estrenó ayer en Bouzas (en la imagen). Pero a este seguirán otros colosos de mayores dimensiones incluso, como bien sabe la Autoridad Portuaria. De ahí su empeño, fiel a su máxima de "ir un paso por delante de la demanda", en convertir en muelle la escollera exterior de esta terminal Ro-Ro.