Poco más de un mes queda para que desaparezca la brecha que existe entre las calles Pizarro y San Salvador. El ascensor de cristal que conectará Pizarro con la plaza de Isabel la Católica y que evitará a los peatones subir las escaleras actuales estará listo en abril. Lo confirmó ayer el alcalde, Abel Caballero, en su visita a las obras. "Estamos compactando la ciudad, eliminando las cuestas, los impedimentos", apuntó el regidor.

El Concello demolerá los peldaños actuales, que serán sustituidos por otros dos tramos nuevos divididos en secciones con una pendiente mucho menos pronunciada, para facilitar el acceso a los locales situados en los distintos descansillos de la estructura. El ascensor conectará con la calle superior a través de una pasarela elevada. El objetivo, además de evitar a los peatones subir esas empinadas escaleras, es generar flujos entre ambos lados de una pendiente de más de siete metros de altura.

El alcalde inauguró ayer la humanización de la calle Colombia, "una calle de trabajadores que llevaba abandonada cien años". Se ha instalado un gran mural y se han renovado las redes de abastecimiento, saneamiento, aguas pluviales y fecales, la calzada y las aceras, las zonas verdes, el mobiliario, las papeleras y la iluminación.