Al ir retirando el cascarón del antiguo Hospital Xeral y metidos en plena faena para reconvertirlo en Ciudad de la Justicia, se han encontrado con una paradoja: cuanto más nueva es la zona construida, en peores condiciones está. Así, mientras la torre presenta una estructura robusta, la de los laterales de la base -que se construyeron con posterioridad- está en peores condiciones y hará falta retirarla para reconstruirla. Este nuevo obstáculo en la actuación supondrá un encarecimiento de entre 8 y 9 millones de euros del presupuesto y un retraso de alrededor de seis meses en su finalización, según los cálculos preliminares que maneja el director de obra y arquitecto del proyecto, Alfonso Penela.
La modificación del proyecto afecta a los laterales que se levantaron a ambos lados de la torre y que le confieren a la planta su peculiar forma en H. Penela explica que estos crecimientos se fueron edificando con estructuras metálicas, solapando unas con otras. No están en buenas condiciones ni cumplirían con la normativa vigente, que se ha ido volviendo más rigurosa con el paso de los años.
Una de las soluciones que analizaron fue reforzar este "esqueleto portante". Sin embargo, el arquitecto explica que sería más costoso que reemplazarlo. Al tratarse de estructuras metálicas, su retirada es más sencilla que si fuera necesario picar. Se hará por partes, con "demoliciones selectivas".
A pesar de que habrá que quitar prácticamente todo este esqueleto de los brazos de la H, el arquitecto vigués no cree que este nuevo obstáculo demore en exceso los plazos. "Serán unos meses más, alrededor de seis, como mucho". Tras las iniciales obras de demolición, la segunda y última fase del proyecto, la constructiva, se adjudicó con un plazo de ejecución de 21 meses. Los trabajos comenzaron en el pasado mes de mayo, por lo que su finalización estaba prevista en febrero de 2020. Con esta demora, el horizonte se movería a verano. Probablemente, a finales.
El alcance económico de esta modificación todavía está en estudio. "Aún hay que evaluarlo por lo fino, estará por los 8 o 9 millones", estima Penela. De confirmarse estas cifras, supondría un sobrecoste de más del 30% sobre el presupuesto de 22,5 millones de euros -sin IVA- por los que se adjudicaron los trabajos de esta segunda fase a la Constructora San José.
Esta zona de la futura sede judicial será la que albergue las dependencias de la Policía Autonómica, el Instituto de Medicina Legal de Galicia, salas de vistas, colegios profesionales, salas de conciliación, la Fiscalía y la Audiencia Provincial. Su fachada a la calle Vázquez Varela, tal y como estaba recogido en el proyecto, también será retirada para recuperar su aspecto original.
El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, había abierto la puerta a posibles cambios y sobrecostes en el proyecto con las declaraciones que efectuó hace dos semanas, en la fiesta anual de la abogacía viguesa. Justificó que se trata de "una obra compleja", en la que hay que actuar sobre una estructura existente y, "por lo tanto, su ejecución también es compleja". "Si hubiera que hacer cualquier tipo de modificación sobre los que está previsto, se haría sin ningún problema, con la intención de terminar la obra en los plazos previstos", resaltó y añadió: "Es algo que depende de los técnicos y no de la Xunta, que lo que hace es contratar y pagar las obras que hubiera que hacer".
La modificación no supondrá una paralización de los trabajos de reconversión del antiguo hospital en la sede judicial. Mientras tanto, continuarán por la torre que, tal y como explica el arquitecto vigués, es la "pieza principal" y el grueso del proyecto. La estrategia es ir "de arriba hacia abajo", entre otras cuestiones, para ir desmontando de forma progresiva el andamiaje. Con ello se irá descubriendo el nuevo perfil del 'Pirulí', que recobra su escalonada silueta original. Ya es visible en la parte más alta el aljibe, que se ha recuperado. "Me encantó volver a verlo y les pedí que le pusieran un foco para empezar a reconciliarnos con la forma original del edificio". Así, el depósito ya destaca por la noche en el skyline vigués con una potente iluminación.
A pesar de que la mayor actividad actualmente se concentra en las alturas, el arquitecto cuenta que ya está completada "gran parte de la excavación" necesaria para el aparcamiento en dos niveles y 7.600 metros cuadrados. Tendrá 266 plazas para vehículos y 100 para motos, destinados a trabajadores de los juzgados. Se extenderá bajo la nueva gran plaza pública, que llevará el nombre de Miguel Ángel Blanco y que es uno de los elementos centrales del diseño firmado por Penela, que pretende recuperar espacio para la ciudadanía, esponjando la zona y creando un acceso que confiere "dignidad" al complejo.
