Pocas causas hay capaces de poner de acuerdo a los diferentes partidos políticos, instituciones públicas, asociaciones de vecinos y organizaciones empresariales. El peaje de la AP-9 entre Vigo y Redondela pertenece a ese selecto grupo. A pesar de que PP, PSOE, Marea y BNG han exigido -con mayor o menor tesón, en ocasiones dependiendo del momento- el fin de la tasa, de que vecinos y transportistas se movilizan de forma periódica para reclamar que se adopte esa medida y de que el gravamen se cobra desde hace casi cuatro décadas, el pórtico de Redondela sigue impávido, anclado en el mismo punto con un tesón a prueba de cambios de color al frente de Fomento. Desde 1981 ha sobrevivido tanto a gobiernos del PP como del PSOE.

En respuesta a la presión de los usuarios, hace poco más de un año, en enero de 2018, el Gobierno popular se comprometió a suprimir el peaje. Aunque en un principio el anuncio se lanzó sin aportar detalles de cómo se lograría -solo se avanzó que habría que repercutirlo en el resto de la concesión- ni fechas, meses después el entonces ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, garantizó que el gravamen sería historia a partir de julio.

Más de medio año después el pórtico no solo sigue en su sitio, sino que ha visto cómo el peaje se encarecía: de 0,9 euros pasó en los últimos meses a 0,95, un precio inusitado para un recorrido de solo siete kilómetros. Tras la llegada del PSOE a Moncloa, en junio, el equipo del nuevo titular de Fomento, José Luis Ábalos, aseguró que sus predecesores no habían hecho apenas gestiones para cumplir con su palabra. Desde entonces el Ejecutivo no ha dado marcha atrás -hace poco aseguraba que aún lo "estudia"-, pero ha sido incapaz de aportar un calendario para el levantamiento del pórtico de Redondela.

El tempo de Fomento contrasta con el de los vecinos que siguen pagando el peaje a diario. Hoy organizan una marcha de protesta que saldrá a media tarde (18.00) de Torres de Padín, en Teis, y avanzará hasta la rotonda de Cabanas, en Redondela. Su objetivo -como explicaban esta semana sus organizadores- es exigir el fin de un peaje "injusto" que penaliza el uso de un vial que, en la práctica, funciona como circunvalación de Vigo. La asociación vecinal de Teis incidía de hecho en que es el único tramo de Galicia con unas características similares en el que se exige pagar. Los residentes no están solos en su reclamación. La asociación provincial de transportistas (Asetranspo) secunda también la marcha de esta tarde, harta de ver cómo la única alternativa a las calles del casco urbano lastra su competitividad. Unos y otros -vecinos y empresas- urgen también que se abran nuevos accesos en la autopista que mejoren su permeabilidad.

La factura de la medida

¿Cuánto costaría la supresión del peaje de Redondela? Durante una entrevista concedida a FARO, a principios de octubre Ábalos apuntaba que la liberalización del peaje iría acompañada de un aumento de usuarios. "Va a concentrar mucho tráfico e igual tenemos que ir a una ampliación, a un tercer carril, por ejemplo", anotaba. Durante el gobierno de Rajoy se había planteado que las bonificaciones o supresión de la tasa se repercutiera en el resto de la AP-9.

En diciembre de 2018 el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, iba más allá y aseguraba que el coste de suprimir la polémica tasa no llegaría a los dos millones. "Yo desde luego no voy a defender que se mantenga ese peaje cuando se levantó el de O Morrazo. No lo voy a defender porque no me parece correcto. Estamos hablando en todo caso de cifras que no suben de dos millones de euros al año. Pero nosotros creemos que ese peaje debería de ser bonificada, como mínimo, y desde un punto de vista óptimo tendría que eliminarse. Esa es la postura del gobierno autonómico. Vamos a ver cómo respira el central", explicaba durante una entrevista concedida el 18 de diciembre de 2017 a Radio Vigo.

Dos millones representa poco más del 1% de los ingresos que Audasa obtiene a través de los peajes de la AP-9. A lo largo de 2017 la concesionaria de la Autopista del Atlántico recibió 140,75 millones de euros y cerró el ejercicio con un resultado positivo de 44 millones. En 2009, cuando la crisis aún no había hundido el tráfico y la gestora de la AP-9 alcanzaba sus mayores niveles de facturación por tasas, llegó a ingresar 156,27 millones, por lo que los dos del peaje apenas alcanzarían en 1,2% del total.