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La primera industria de Galicia

La llegada de piezas y equipos de Marruecos bate récords con los nuevos modelos de PSA

Balaídos inició el montaje de motores producidos en el país magrebí - El arranque de la factoría de Kénitra en abril disparará aún más los envíos - Suardiaz ultima la puesta en marcha de la segunda escala a Tánger

El alcalde y presidente de la Femp (c.), ayer, con responsables de Red Eléctrica en Bilbao. // FdV

Marruecos se ha consolidado, tras Francia y Portugal, como el tercer país proveedor de piezas de la automoción viguesa, y subiendo. La entrada de componentes y bienes de equipo con destino al sector ya marcó en 2018 un récord histórico aunque se prevé que la mayor subida se produzca a partir del próximo mayo, coincidiendo con el lanzamiento del nuevo todocamino de Balaídos (el proyecto V20) y la inauguración de la planta del Grupo PSA en Kénitra, un mes antes. La multinacional francesa cuenta en la actualidad en el país magrebí con un parque de proveedores de unas setenta fábricas a las que ya compra al año 700 millones de euros (dato de 2018), con la previsión de alcanzar los 2.000 millones en el periodo de 2023-2025.

La importación de piezas auto de Marruecos lleva varios años al alza por la política de compras de PSA de ajustar costes para sus nuevos modelos, primero para las furgonetas K9 (Berlingo, Partner,Combo) y ahora para el V20, cuya dependencia de los proveedores instalados en el país norteafricano es mucho mayor al compartir este vehículo plataforma con el nuevo modelo que el grupo galo ha empezado a fabricar en Kénitra (muchos de sus módulos son comunes). Así, entre enero y noviembre del año pasado, la importación de componentes y bienes de equipo alcanzó los 80 millones de euros (+35%), un nuevo récord histórico que según fuentes del sector volverá a superarse este 2019 con la consolidación de los lanzamientos.

La planta de PSA-Vigo ya ha empezado a montar en algunos de sus modelos motorizaciones fabricadas en Kénitra (la planta cuenta con una unidad de mecánica) que arriban a Vigo en los buques de la naviera Suardiaz que cubren el enlace de la autopista del mar entre Tánger y Bouzas, que está a punto de pasar de una a dos escalas semanales. De hecho, Vigo aspira a consolidarse como puerta de entrada para los productos de automoción magrebíes -tanto componentes como vehículos-, no solo con destino a la planta de Balaídos, sino también a las de Mangualde (Portugal), Figueruelas (Zaragoza) y Villaverde (Madrid). Un factor clave es las cuatro fábricas han sido dotadas en los últimos dos años de la misma plataforma industrial, la CMP ( Common Modular Platform), por lo que comparten módulos que se fabrican en Kénitra o Tánger.

El vicepresidente Ejecutivo de PSA para la región África-Oriente Medio, Jean-Christophe Quémard, avanzó esta semana que las compras en Marruecos alcanzaron ya el año pasado los 700 millones de euros y que en 2020 llegarán a los 1.000 millones. Precisamente ese es el año que el presidente de Suardiaz, Juan Riva, prevé que la conexión marítima Tánger-Vigo alcance su máximo rendimiento de carga, con Kénitra plenamente operativa con una producción anual estimada de 200.000 coches y motores, como avanzó este periódico.

Pese a que el flujo de exportación es mayor de Marruecos a Vigo, también hay proveedores implantados en la comarca que envían sus productos a las plantas de PSA y Renault en Kénitra y Tánger, aunque son contados (algunos ejemplos son TI Automotive y Viza, ahora propidad de Magna, que pese a contar con plantas en Tánger el proceso de estampado de sus armaduras para asientos sigue haciéndose en Porriño). Con todo, los fabricantes de componentes vigueses han logrado reducir su dependencia de Balaídos y prueba de ello es que en 2018 también han batido su récord histórico de componentes, con Renault-Nissan, Grupo Volkswagen y Mercedes-Benz como sus otros grandes clientes.

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