Los 150.000 metros cuadrados del Hospital Álvaro Cunqueiro están vigilados por cuatro agentes de seguridad durante el día y por tres en horario nocturno. Y uno de ellos no se puede mover del control de cámaras. La escasez de personal es, según los trabajadores, el motivo principal por el que sufren un número creciente de agresiones. En 2018 fueron agredidos o lesionados de diversa consideración uno cada tres semanas, según los datos que maneja UGT. En lo que va de este año, ya van tres.

El Álvaro Cunqueiro está controlado en horario de mañana por cuatro agentes de seguridad. Uno es el responsable y no ocupa un puesto de vigilancia en el recinto; otro debe permanecer en la sala de los monitores del circuito cerrado de seguridad; el tercero está en el Servicio de Urgencias, el espacio en el que se han registrado la gran mayoría de las agresiones hasta el momento; y el cuarto se encarga del resto del complejo, que durante esas horas tiene actividad en todas sus áreas. Otro de los sitios desde donde más requerimientos reciben es el mostrador de consultas externas, por pacientes que se alteran al conocer la demora de la cita que acaban de solicitar.

Son cuatro también por la tarde. Uno está en control; otro, en urgencias; el tercero, en hospitalización; y el cuarto, en consultas. Estas últimas, a esas horas, no tienen actividad. Explican que, precisamente por ello, se han registrado robos en estas dependencias. Por las noches tienen un efectivo menos.

El recinto es muy grande, con varias entradas y muchos recorridos posibles, por lo que los hurtos son una constante desde el principio. Uno de los de mayor consideración se produjo durante las pasadas navidades. Neurocirugía estrenaba neuronavegador y la casa comercial hizo una demostración con material que transportaba en varios maletas metálicas. Una de ellas, valorada en 10.000 euros, fue sustraída. El Sergas lo denunció a la Policía y el material está repuesto.

Sanidade trabaja en la mejora de la seguridad del nuevo hospital. A principios de mes se extendió el sistema de control de acceso mediante tarjeta magnética a las áreas de quirófanos. Este ya funciona hace tiempo en la UCI, REA, la zona de partos, Farmacia y Psiquiatría. Está previsto que continúen por Urgencias, dormitorios de guardias, vestuarios...

Más personal en Ourense

El responsable del sindicato de seguridad FeSMC-UGT Pontevedra, Delmiro Álvarez, denuncia que en hospitales gallegos de menor tamaño, como pueden ser los de Santiago de Compostela y Ourense, cuentan con más efectivos. Demandan dos vigilantes más por turno para que hubiera una pareja de forma permanente en urgencias, el espacio más conflictivo. Defiende que se minimizarían los riesgos para su integridad física.

Según los datos que manejan, en 2016 ya superaron los 900 requerimientos de intervención. Al año siguiente, fueron medio centenar más. La empresa aún no les ha facilitado los datos de 2018, pero están convencidos que los han superado la cifra del ejercicio anterior. En lo que va de 2019, les han solicitado en 70 ocasiones. Estiman que un 40% de estos avisos se corresponden con acciones violentas, ya sea con pacientes ingresados o usuarios que acceden al hospital.