Los trabajadores de las ambulancias retomaron ayer la huelga para reivindicar la mejora de su convenio laboral, pero también para defender un servicio de calidad. Advierten a la población de que es un problema que también le afecta, ya que adolecen de falta de recursos suficientes para una demanda creciente.

Óscar Graña, representante del sector de ambulancias en la CIG, explica que la demanda de transporte urgente ha aumentado un 20% en Galicia y que el porcentaje es "mayor" en el área de Vigo. Denuncia que el 061 tiene que llamar "de forma cotidiana" a otras empresas cuando las ambulancias de la concesionaria están todas ocupadas. Les paga por servicio. Graña alerta de que "se echa mano de los más barato" con personal "en formación, sin título sanitario".

El 061 responde que la cobertura a la urgencia y emergencia está "garantizada". Argumenta que estas ambulancias de apoyo se movilizan de forma "excepcional", cuando hay servicios con más lesionados que ambulancias del 061, para trasladar a personal facultativo o en pacientes sin riesgo vital "tras ser valorados por un médico". Añade que piden a estas empresas "declaración responsable" sobre adecuación de vehículos y personal a la ley.

Los trabajadores llevan con el salario congelado desde que venció su convenio, en diciembre de 2014. Durante estos años han perdido un 10% de su poder adquisitivo. Las concesionarias renunciaron al contrato en enero alegando pérdidas. Graña recuerda que presentsron una oferta más baja al presupuesto de licitación que ya veían insuficiente para el pago de las nóminas. Denuncian que la empresa ha optado por contrata r al 15% de la plantilla con contratos en prácticas, cobrando una media de 800 euros.