Una serie corta de pitidos dan la voz de alerta. Un incendio en el cuadro de mandos, una rotura o un fuerte oleaje pueden ser alguna de las circunstancias que obliguen a los tripulantes y viajeros de una embarcación a abandonarla. No son situaciones habituales, pero saber cómo abordarlas puede salvar vidas. Por ello, la naviera Piratas de Nabia, en colaboración con Capitanía Marítima, y cerca de un centenar de alumnos del Instituto Marítimo Pesquero de Vigo participaron ayer en un simulacro de evacuación de buque en alta mar, si bien en este caso, la actuación tuvo lugar en la dársena de A Laxe.

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Así se evacua un buque en alta mar

Para garantizar el éxito de la evacuación, ésta debería realizarse en 20 minutos. Ayer, el proceso se alargó unos minutos más, pero todos los viajeros consiguieron volver de regreso al barco sin lamentar heridos ni caídas al agua. La tripulación de la naviera facilitó, previa demostración, una charla sobre seguridad a los jóvenes para que luego se subieran a una lancha salvavidas con capacidad para 100 personas que consiguió inflarse en menos de 2 minutos. Estas embarcaciones cuentan con una segunda balsa. Profesionales y estudiantes permanecieron en él durante varios minutos mientras les explicaban cómo remar hacia el barco de nuevo, siempre armados con un chaleco salvavidas por si hubiese cualquier contratiempo.

Los alumnos del Instituto aplaudieron estas jornadas de prevención y recordaron que "en cualquier momento" pueden ser de gran utilidad. "Deberían incluso hacerse con mayor frecuencia, conocer estos simples pasos podrían evitar desastres mayores", indicaba uno de los jóvenes a la conclusión del simulacro.