El juicio de una funcionaria del Sergas, denunciada por su hija por acceder en más de cien ocasiones en apenas dos años a su historial médico sin su consentimiento, quedó ayer visto para sentencia en la Sección Quinta de la Audiencia con sede en Vigo.

La Fiscalía, que solicita 4 años de prisión, 9 de inhabilitación y 7.200 euros de multa, mantuvo su acusación, ya que no ve verosímil la declaración de la acusada. Sostiene que el centenar de accesos al historial médico no se puede justificar "con el interés puntual de una madre", sino por su intento de "escudriñar en la intimidad de su hija".

El Ministerio Público destacó que no es posible que la joven diera permiso a su madre para acceder a su historial clínico dada la mala relación entre ellas, una relación "patológica" desde su infancia con sus padres y hermanos, según el informe forense. Destacó también que la perjudicada intentó su reclamación inicialmente por la vía administrativa en el Sergas, porque con los datos obtenidos su progenitora persiguió su internamiento involuntario. Una vía que finalizó con la prescripción de la sanción disciplinaria.

La acusación particular pide la misma pena de cárcel pero eleva a 12 los años de inhabilitación y reclama 15.000 euros de indemnización porque considera probado que los trastornos que padece la joven se agravaron a raíz del comportamiento de su madre: "No utilizó los datos para acercarse a ella, sino para intentar un internamiento no voluntario".

La defensa reclamó su absolución: "Tiene inquina a su madre. Por eso , además de cárcel, pide 12 años de inhabilitación, porque así la deja sin jubilación".

La acusada MJ.O.A. aseguró querer y "adorar" a su hija al hacer uso a su derecho a la última palabra. Se dirigió al tribunal para decir: "Lo siento, yo no mentí, mi hija si. Les ha engañado a todos. No soy yo su problema, sino su pareja que la tiene machacada y del que necesitó una orden de protección. Está anulada y manipulada. Les ha mentido porque está mal. Su problema es la persona con la que está desde 2007".