Uno de cada cuatro alumnos que eligen la Universidad de Vigo para hacer su tesis y obtener el título de doctor procede de otros países. Un total de 319 alumnos extranjeros están matriculados este curso en programas de tercer ciclo, lo que supone el 24,7% del total de inscritos en los tres campus: 1.287 estudiantes. El poder de captación de la institución fuera de nuestras fronteras ha ido en aumento, dado que en el periodo 2015/16 el porcentaje de foráneos era del 17,8%.

Los doctorandos extranjeros proceden del resto de la UE, pero también de los Balcanes, Turquía, norte de África, Iberoamérica y países asiáticos como Filipinas o Vietnam. Llegan atraídos por la calidad y la proyección internacional de los grupos de investigación, algunos ya son profesores universitarios que regresan después a sus instituciones de origen y otros se quedan en la de Vigo o encuentran trabajo en el entorno.

El 71,4% de los alumnos extranjeros estudia en el campus olívico y el programa más internacional de toda la universidad es el de Tecnologías de la Información y la Comunicación (DocTIC), de la Escuela de Ingeniería de Telecomunicación. Según el portal de transparencia de la UVigo suma 39 doctorandos extranjeros, más de la mitad de toda la matrícula -75-.

Le sigue Análisis Económico y Estrategia Empresarial, coordinado por la agrupación estratégica Ecobas que dirige el catedrático Carlos Hervés. Este curso cuenta con 75 estudiantes de los que 37 son foráneos y con 13 nacionalidades diferentes: Brasil, Ecuador, España, Filipinas, Marruecos, México, Montenegro, Perú, Portugal, Rusia, Serbia, Turquía y Ucrania.

El tercer programa es el de Comunicación, con 24 estudiantes extranjeros de un total de 57. Y le siguen Ordenación Jurídica del Mercado y Equidad e Innovación en Educación, ambos con 19 doctorandos extranjeros.

Una de las razones que explican la elevada presencia de foráneos en DocTIC es la apuesta por los proyectos de cooperación con países en vías de desarrollo de las profesoras Ana Fernández Vilas y Rebeca Díaz dentro de los programas de movilidad Erasmus Mundus y Erasmus+.

Por el Laboratorio de Información y Computación que ambas dirigen han pasado doctorandos de Marruecos, Túnez, Argelia y los Balcanes. Y actualmente forman a estudiantes de Colombia, México, Portugal y Egipto a los que el próximo año se unirán compañeros vietnamitas.

"La Universidad recibía a muchos alumnos Erasmus de grado, pero en el doctorado era algo más excepcional. Eran los de aquí los que se iban fuera. Sin embargo, ahora también tenemos a alumnos de países con sistemas de investigación más fuertes que el nuestro", destaca Fernández.

"Son estudiantes excelentes y muy motivados. Muchos vuelven a sus países para ser profesores y en algunos programas tenemos una cláusula que nos impide ofrecerles un contrato. Pero a veces encuentran trabajo y se quedan por decisión personal", añade.

Los que regresan a casa mantienen el contacto y se convierten muchas veces en colaboradores de los grupos vigueses en los que se formaron. "Dirigí una tesis a un alumno de Ecuador que ya tiene su propio equipo y nos acaban de aceptar un artículo conjunto. La Universidad se enriquece con estos vínculos", destaca Pilar García Soidán, coordinadora del doctorado en Comunicación.

Este programa está adscrito a las facultades de Filología y Traducción y Ciencias Sociales y de la Comunicación. "La mayoría de los alumnos extranjeros son lusos y un 5% de otros países europeos o latinoamericanos. En los últimos años la acogida en Portugal es muy buena porque allí la oferta es pequeña y mucho más costosa, y además pueden defender las tesis en su idioma", añade.

Sheila Sánchez está a punto de presentar la suya, un estudio sobre la aplicación de técnicas de learning analytics para adaptar la enseñanza a las necesidades individuales de los universitarios. Llegó a la Escuela de "Teleco" en 2015 tras estudiar Ingeniería Mecatrónica en la Universidad Tecnológica de México y un máster en Valladolid. "Encontré un artículo de mi tutora, Rebeca Díaz, y descubrí que Vigo, aunque no es una universidad centenaria de renombre, está más en la vanguardia tecnológica. Y además los profesores tienen experiencia pero son jóvenes, por lo que son más accesibles y abiertos a las ideas. Estoy encantadísima en la ciudad, me encanta la visión de la montaña y el mar, y me gustaría quedarme aquí como investigadora", asegura.

Nadin Ozcelik estudió Ingeniería Industrial en la Universidad de Estambul y un máster en Gestión de Producción y Marketing en la de Mármara. Este es su segundo año en el programa de Ecobas, donde realiza una tesis sobre economía circular. Llegó sin conocer "ni una palabra" de español y ya no descarta quedarse en Vigo: "Me encanta conocer nuevas culturas, gente diferente y aprender idiomas. Quería hacer un doctorado en Europa y como mi hermana Ani ya estaba aquí, en Químicas, decidí visitarla y me entrevisté con Carlos Hervés, que me ayudó muchísimo a igual que mi supervisor, Miguel Rodríguez. El nivel de los estudios de economía en Vigo es muy alto y los profesores ayudan mucho. En Turquía la universidad es muy jerárquica y además aquí hay más opciones de colaborar con otras instituciones europeas", compara.

Bozidar Vlacic, de Montenegro, se incorporó al mismo programa en 2015: "Defendí mi tesis el verano pasado y me quedé con una plaza de investigador a tiempo parcial. Desde que conocí a mi supervisor, Miguel González Loureiro, supe que las cosas iban a funcionar bien. No hablaba español cuando llegué pero pude hacer la tesis en inglés, lo que es muy importante para nosotros". También destaca que durante sus años como doctorando participó en 8 conferencias internacionales y sumó 4 publicaciones. Su trabajo aportó evidencias empíricas sobre la influencia del razonamiento cognitivo en las decisiones sobre internacionalización de las pequeñas empresas.