Más allá de sus locales con encanto, una meteorología envidiable, las luces de Navidad, los parques infantiles de ensueño, los arenales con vistas al paraísoo su naturaleza, Vigo esconde varias maravillas que hacen de la ciudad un lugar más fascinante. Estas son los cinco bienes de interés cultural que debes visitar para conocer la otra cara de la urbe gallega.

La calle Real

Para unir la Colegiata con el Berbés, la calle Real de Vigo se extiende por el corazón del casco viejo de la ciudad con una "prestancia y carácter insuperables". Así la define el Boletín Oficial del Estado del 14 de febrero de 1946, día en el que, oficialmente, esta "pasarela" de la urbe olívica pasaba a ser Monumento Histórico-Artístico. Esa misma fecha, se les otorgó el mismo reconocimiento a la Colegiata de Santa María, a los soportales de la plaza de la Constitución, a la casa que hace esquina con la calle del Triunfo, "adornada con tres escudos y un reloj de sol del siglo dieciocho", y a la casa número cuatro de la Plaza de Almeida, "la construcción más notable y antigua de la ciudad".

Así recogía estas declaraciones el Boletín Oficial del Estado de ese 14 de febrero de 1946: "Copiosos son los méritos del barrio antiguo do Vigo (Pontevedra), donde está emplazada la Colegiata de Santa María, con su magnífica fábrica de sillería, y donde se conservan, por fortuna, algunos edificios de antigua arquitectura gallega, con escudos nobiliarios, soportales de fino granito, balcones y aleros típicos y detalles constructivos sin cuento, que dan al conjunto urbano, con la acertada agrupación de inmuebles, una singular belleza, cuya conservación es necesaria, incluso para el propio prestigio de la ciudad".

La Colegiata de Santa María

La Concatedral de Vigo, también conocida como La Colegiata, es uno de los referentes de la arquitectura religiosa de la ciudad y ejemplo de arte neoclásico en Galicia. La obra del académico Melchor de Prado y Mariño se construyó en 1811 sobre otra iglesia anterior y, como particularidad, la parte derecha de la fachada muestra un reloj de sol que, de forma contraria a lo común, no está orientado al sur. El templo alberga la imagen del Cristo de la Victoria, el emblema religioso más importante de Vigo, que sale de procesión el primer domingo de agosto.

Los soportales de la Plaza de la Constitución

Observados a corta distancia por el Sireno, uno de los emblemas de Vigo, los soportales de la Plaza de la Constitución señalan el inicio de la zona vieja de la urbe olívica. Para muchos locales y otros tantos visitantes, es el punto de encuentro y el lugar en el que desconectar gracias a las numerosas terrazas de bares y restaurantes. De planta rectangular y franqueada por edificios de piedra, la plaza más famosa de la ciudad, llamada en otros tiempos Plaza Real o Plaza de la Villa, guarda uno de los episodios más importantes de la historia de España: vivió la lectura en 1808 de la proclamación de Fernando VII como Rey de España y, cuatro años después, la celebración vecinal de la primera Constitución, la de 1812.

El conjunto histórico de Vigo

La zona histórico-artística del casco viejo de Vigo recoge el entorno de la Colegiata, el barrio del Berbés y San Francisco, el barrio del Castillo y la Ferrería y la calle de Santiago. Además, su distinción como bien de interés cultural permite que este núcleo se encuentre arropado por una zona de respeto, en la que se incluyen el borde marítimo, el barrio del Cura, la Panificadora, la plaza del Rey y la casa consistorial. El conjunto histórico es el complemento perfecto a la zona del Puerto y de nueva construcción y hace de Vigo un lugar con mucho más encanto.

Los grabados rupestres

La devesa del Fragoselo, en Coruxo; el petroglifo de Gondosende / Piedra de las Aguas, en Teis; y el petroglifo del Outeiro del Castro o de San Lourenzo, también en Coruxo, son tres de los seis bienes de interés cultural de arte rupestre de los que dispone Vigo. La lista la completan las mámoas del Monte Vixiador, de la Casa dos Mouros y de Chan dos Touciños.

La relación de bienes de interés cultural del Vigo está compuesta, según datos del Ayuntamiento, por un total de 17 elementos, entre los que, además de los anteriores, están las fortalezas del Castro y San Sebastián, la iglesia parroquial de Santiago de Bembrive, el Museo Municipal de Quiñones de León, la antigua estación del ferrocarril, el Pazo de Castrelos y sus jardines o el jardín del Parque de Castrelos. Todos ellos hacen de la ciudad uno de los puntos de Galicia en los que la cultura siempre es y será bienvenida.