En sus más de 30 años vistiendo el traje de neopreno con cámaras en sus manos, el vigués Manuel E. Garci ha visto casi de todo. Autor de numerosos documentales -algunos galardonados, caso del producido por el también reputado camarógrafo José Irisarri, "El mar del fin del mundo. El reino de los cefalópodos", Primer Premio del Festival de Cine Submarino de San Sebastián- ya tiene que ponérsele delante del visor especies y paisajes extraordinarios o de alto valor científico para que sentirse "fascinado". Fue la impresión que le causó la grabación de las Phronima sedentarias al devolverlas al mar en compañía del buzo Iñaki Ferreiro este martes en Toralla.

"Sabía que estaba ante una secuencia única en el sentido de que te pasa una vez en la vida", explica. Para Garci, al margen de la peculiar configuración corpórea de estas criaturas lo que le llama particularmente la atención es ese comportamiento que según se ha generalizado entre la comunidad científica inspiró al director de la saga cinematográfica "Alien", Ridley Scott. "Es una prueba de la compleja diversidad del mundo marino y de cómo se genera vida a partir de la muerte de otro", razona.

Este experto buceador y biólogo del CSIC de Bouzas alude con esta declaración a la metodología de supervivencia de la Phronima. Cuando la hembra está lista para poner sus huevos busca una salpa desprevenida, comprime su cuerpo, absorbe sus órganos internos y lamina la piel contorneándola hasta lograr la incubadora perfecta. Por esta razón, entre los que siguen defendiendo que esta especie inspiró a la célebre cinta de Scott, está el popular divulgador naturalista británico Sir David Attenborough, autor, entre otras, de la serie "Planeta Azul".