La realización de resonancias magnéticas dejarán de ser un debate en el área de Vigo. El Sergas inició el proceso de integración que permitirá que todas estas pruebas pasen a realizarse por profesionales del servicio de Radiodiagnóstico del Chuvi en lugar de radiólogos de Galaria, empresa pública que durante más de 20 años tuvo el monopolio de esta actividad.

Así, la Unidad de Resonancia Magnética Nuclear que hasta ahora controlaba casi un exclusividad Galaria pasará a integrarse en la EOXI viguesa y serán los profesionales del Chuvi los que en un plazo estimado de 6 meses realicen todas las resonancias magnéticas de Vigo. Esto no implica la desaparición de Galaria, ya que la empresa pública (antes Medtec y cuya gerente es la exconselleira Rocío Mosquera) continuará gestionando las tres unidades móviles de Resonancia que dan servicio principalmente a los hospitales comarcales (Salnés, Barbanza, etc.) donde no sería rentable contar con una máquina de alta resolución.

Dicho de otra forma, el Chuvi realizará todas las resonancias fijas en los hospitales de Vigo -que el año pasado sumaron un total de 25.422- mientras Galaria solo realizará las móviles, sin olvidar que todavía cuenta con competencias en el servicio de Radioterapia y Medicina Nuclear. "Galaria es una herramienta del Sergas y seguirá teniendo una labor muy importante con las resonancias móviles, ya que es un modelo muy operativo", señaló ayer el gerente del Sergas, Antonio Fernández-Campa.

Esta decisión llega después de una sentencia del juzgado a una demanda de radiólogos de Galaria en el que expone que profesionales del Sergas y de Galaria tienen la misma potestad para realizar resonancias u otras pruebas diagnósticas. "La sentencia dice que los cambios organizativos que hemos hecho están ajustado a derecho y eso nos tranquiliza y nos refuerza", valora Fernández-Campa.

Este proceso implica un cambio en los estatutos de Galaria así como un descenso de su capital y el inevitable traslado de medios y profesionales al Chuvi, máxima que todavía no está definida. "Nos hemos reunido con los trabajadores de Galaria pero es un trabajo complejo. En otros casos tratamos de buscar la voluntariedad de cada uno de los trabajadores y que este sea el primer criterio de la decisión. Pero será complicado que coincidan los medios que se necesitan para las unidades móviles con las que se necesitan en las fijas. Podría medirse en función de la antigüedad u otros factores", reconoció el gerente.

De este modo, el Sergas completa este proceso de integración tanto funcional como orgánica que cronológicamente se inició en 2015. En este año se dieron dos circunstancias básicas: por un lado, el traspaso de Galaria al Sergas de las unidades de Cirugía Cardiaca y Cardiología Intervencionista y la apertura del hospital Álvaro Cunqueiro, donde se aglutinaron la mayoría de los servicios sanitarios de la ciudad. En este momento, Galaria se ocupaba de hacer todas las resonancias, mientras que el resto de las pruebas radiológicas (tac, ecografía, placa simple, etc.) las hacían los hospitales.

Un año después, en mayo de 2016, Sanidade aprobó el Proceso de Integración Funcional de la Resonancia, por el que los radiólogos del Chuvi podían empezar a realizar estas pruebas, pero todavía reservaba un 65% del total para Galaria.

La situación no hizo sino empeorar por varios motivos, en primer lugar, los radiólogos del Chuvi casi cuadruplicaban a los de Galaria, que cuenta con solo 10 plazas. Asimismo hay que tener en cuanta que los trabajadores de la empresa que dirige Mosquera cobran por cada prueba, lo que provocaba que el número de resonancias fuera muy superior a la de otras áreas de similar población. " En algunas ocasiones, se comienza por la resonancia y se termina por un TAC, cuando la primera es innecesaria", explica Manuel Nieto, del sindicato médico CESM, quien aplaude la decisión del Sergas. "Se ha peleado mucho por esto. Está claro que el radiólogo es el que debe decidir si con una ecografía es suficiente o si con un TAC es suficiente. Además el trabajo debe ser igual para todos", concluye.