Una joven de 31 años, con una discapacidad que le impedía moverse de la cama, fue rescatada por los bomberos y la Policía Local tras un escape de gas en su vivienda. Los agentes lograron entrar por una ventana y percibieron un fuerte olor a gas que procedía de la cocina, donde descubrieron un hornillo abierto.

Una ambulancia medicalizada asistió a la mujer, que se quejaba de picores en la garganta y dificultad al respirar. Apuntó como posible causa de la fuga de gas un despiste de una auxiliar de enfermería que la asiste.