Más de cien años de historia recogidos en un libro y contada por sus propios protagonistas, un centenar de gallegos centenarios que han superado guerras, crisis y todo tipo de dificultades que no les han impedido disfrutar de una vida plena? que continúa. Es el contenido de Cenx100, publicación promovida por la Asociación Sociocultural ASCM con la colaboración de la Consellería de Política SOcial de la Xunta, a la que cuatro vigueses (Consuelo, María, Laureano y María Paz) han prestado su voz.
Según los promotores del libro, la meta que se persigue es "poner en valor el trabajo y el esfuerzo que los mayores han realizado a lo largo de su vida y que no debe ser olvidado" y "conocer de primera mano las mejoras en el cuidado y bienestar de las personas de más edad en la comunidad". Entre todos los perfiles, destacan los de cinco ancianos que residen en Vigo (de los cuales una mujer ya ha fallecido) que viven con sus familias o en residencias donde no les faltan cuidados y atención.
De más a menos edad, los afortunados que escribieron su vida en las páginas del libro son: Consuelo Río, que tiene 102 años y es natural de Melide; María Fernández, que cumple este año 102 y es de la localidad lucense de Ferreira de Pantón; Laureano Rey, que cumple 100 y nació en Cambados, y María Paz Manguero, una viguesa de pura cepa (al igual que su madre) que está a un paso de ser centenaria. Sus trayectorias se asemejan bastante entre sí, ya que parte de las mujeres no tuvieron una vida fácil cuidando de sus familias, sufriendo que sus maridos trabajasen lejos, muertes tempranas de padres o las limitaciones que les supuso la imposibilidad de ir al colegio. Laureano vio cómo parte de su vida estuvo marcada por la etapa que vivió en tierras americanas junto a su familia y por la obligación de alistarse en el ejército cuando estalló la Guerra Civil, un acontecimiento histórico que todos sufrieron en sus propias carnes y que les marcó para siempre.
La mayoría de estos ancianos tienen nietos e incluso bisnietos (con los que conviven o con los que se comunican vía telefónica diariamente), a los cuales la familia se encarga de contarles anécdotas de la vida de cada uno de ellos cuando les falla la memoria o están demasiado cansados para recordar. En el carácter, todos siguen casi el mismo patrón, ya que la edad les ha hecho más pesimistas, cabezones o cascarrabias, pero no han perdido la sonrisa y las ganas de vivir "por los menos 100 años más". A pesar de su avanzada edad, los protagonistas vigueses del libro no han sufrido complicaciones de salud importantes como sería normal en esta época de su vida, tan solo una rotura de cadera o un microinfarto cerebral. La suerte que comparten es la de estar casi perfectos "de cabeza" como se suele decir, ya que ellos mismos contaron sus trayectorias con todo tipo de detalles y algún que otro despiste de fechas sin importancia.
Los datos
Galicia es la segunda comunidad autónoma (Asturias ocupa el primer puesto) más envejecida de España con 195 mayores de 64 años por cada 100 jóvenes. El Instituto Galego de Estadística (IGE) calcula que en 2031 por cada menor de veinte años habrá 2,3 jubilados (cuando en la actualidad la proporción es de 1,5 jubilados por gallego con menos de 20 años), es decir, más del 33% de los gallegos serán jubilados en 2031. Estos datos provocan que la pirámide poblacional de la comunidad sea similar a la de lugares lejanos como Japón, donde la parte que ocupan los ancianos es más ancha y la de los jóvenes cada vez más estrecha, de lo que deriva que el panorama será de más ancianos y con una esperanza de vida mayor.
