El Parlamento de Portugal tumbó ayer una propuesta que planteaba acabar con varios peajes en autovías del país, entre ellos el que grava el uso de la A-28, el vial que enlaza el norte de Portugal con Oporto y por el que circulan a diario cientos de vigueses en sus desplazamientos al país vecino o al aeropuerto de Sá Carneiro.

La eliminación de los peajes de la A-28 la planteó el Partido Comunista Portugués (PCP), que pedía también que se aboliesen los de los viales A-41, A-42 y A-29. La propuesta no prosperó, sin embargo, al contar con los votos en contra del Partido Socialista (PS) de Paulo Trigo Pereira, la abstención del Partido Social Demócrata (PSD) y del CDS-Partido Popular (CDS-PP). La supresión del peaje de la autovía a Oporto no fue la única que se topó con el rechazo de la Cámara lusa. Una suerte similar sufrieron otros gravámenes, como los que penalizan el uso de la A-23, A-24 o A-25.

Durante el debate en el plenario, antes de la votación, Eduardo Machado, del PCP, aseguró que su partido quería poner fina "a la injusticia de varios años" que padece Portugal, de norte a sur, "de Viana al Algarve". El representante del Partido Comunista fue muy crítico también con unas tasas que, censuró, obligan a los usuarios "a pagar para llenar los bolsillos de las concesionarias".

El diputado del Bloco de Esquerda, Joao Vasconcelos, incidió a su vez en que su partido ha llevado en nueve ocasiones al Parlamento la propuesta de abolir los peajes en el Algarve sin que haya prosperado.

En el norte, el gravamen de la A-28 lleva en funcionamiento desde octubre de 2010, lo que lo convierte en uno de los más antiguos de su tipo. Su implantación fue polémica tanto por la decisión de gravar el uso de una autovía como por el sistema de cobro escogido: pórticos electrónicos que leen las matrículas de los usuarios.

En un principio el sistema de pago para los vehículos extranjeros era caro y complejo, si bien ese escenario fue mejorando con el tiempo gracias a la presión de vecinos y empresarios. A pesar de las mejoras en el mecanismo, la introducción del peaje lastró la intensidad de tráfico en la autovía a Oporto.