Por fortuna aún no había nadie dentro de las instalaciones. Porque de lo contrario las consecuencias con gran probabilidad habrían sido dramáticas. Parte del techo de la lonja viguesa de Canido se desplomó ayer causando severos daños materiales. La cubierta se vino abajo "de golpe", describen los bomberos, poco antes de las siete y media de la mañana. El siniestro ocurrió dos horas antes de que arrancase la actividad en este inmueble, que gestiona en régimen de concesión la Cofradía de Pescadores San Francisco de Vigo y que es propiedad de Portos de Galicia. Este organismo dependiente de la Consellería do Mar señaló que ha abierto una investigación para esclarecer las causas del colapso -técnicos del departamento hicieron una primera revisión en el lugar-, apuntando a que si el derrumbe se produjo por falta de mantenimiento la responsabilidad sería achacable al cabildo vigués -al que compete esta labor-, mientras que si fue por fallo estructural, al organismo autonómico.

En el edificio comparten espacio actividad pesquera y deportiva. La parte más antigua -la zona de las subastas- se derrumbó por completo. El techo del resto del inmueble era nuevo y se mantuvo intacto. La Policía Local recibió la alerta, por parte de un hombre de un negocio cercano que escuchó el "estruendo" y vio que la estructura se había desplomado. Junto a agentes locales, fueron los bomberos de Balaídos, que retiraron los cascotes y revisaron y aseguraron las partes con riesgo de derrumbe. También cortaron luz y el agua.

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Así quedó la lonja de Canido tras el derrumbe de su cubierta

Estos efectivos, en una primera valoración, apreciaron deterioro y falta de mantenimiento. Al lugar fueron asimismo técnicos municipales de Urbanismo, que revisaron la estructura y comunicaron a Portos, según informó el alcalde, Abel Caballero, la necesidad "de adoptar medidas urgentes" de seguridad para evitar riesgos. En relación a este "gravísimo accidente", el regidor incidió en que la lonja pertenece a la Xunta, concretamente a Portos de Galicia. "Espero las informaciones de la Xunta al respecto, que se nos informe rápidamente a los usuarios, a la cofradía y a la ciudad de lo que sucedió". "¿Cómo se desplomó una parte entera de un techo de una lonja completamente operativa?", agregó Caballero. "No quiero pensar lo que hubiera pasado dos horas después", añadió.

Con estas palabras el alcalde se refería a la hora de inicio de la actividad de la lonja, a las 09.30 horas. Entre el personal de oficinas, los marineros de los planes de extracción de la navaja y el percebe para el control de sus productos, y los asistentes a la subasta de lo que descarga el único buque que vende en Canido, la circulación de personas dentro de la nave se sitúa entre 20 o 30 al día. Son estimaciones del patrón mayor al frente de la Cofradía de Pescadores San Francisco de Vigo, Iago Soto, quien admite que "aunque no suelen concentrarse todas en el mismo momento, siempre hay un grupo dentro". "A ver cómo podemos apañarnos, porque no tenemos ni luz ni agua", concluyó.