Ryanair anunció ayer que su consejero delegado, Michael O'Leary, abandonará sus funciones actuales como gestor del día a día de la aerolínea para pasar a dirigir una "supraestructura" que incluye además de Ryanair, Lauda, Ryanair Sun y una filial británica que ha creado para sortear los problemas derivados del Brexit, a cuyo frente estará los próximos cinco años.

La incertidumbre frente al "Brexit", los malos resultados de los últimos meses o las duras negociaciones con varios sindicatos europeos podrían haber pasado factura al directivo que ahora se centrará en la eficiencia financiera del grupo, en su reducción de costes generales, en la adquisición de nuevos aviones y en la búsqueda de nuevas oportunidades de negocio "a pequeña escala".

O'Leary, dejará su puesto actual en los próximos doce meses y pasará a ser el consejero delegado de sus cuatro filiales: Ryanair DAC, Laudamotion, Ryanair Sun y Ryanair UK. Cada una de estas cuatro aerolíneas estará liderada por su propio director, mientras que O'Leary dirigirá la estructura de grupo en una fórmula similar a la de IAG, tal y como reconoce la propia compañía irlandesa.