La lectura del sistema de diagnóstico a bordo fue el colofón de una serie de cambios que se han introducido el año pasado en todas las estaciones de ITV, que pretenden homologar las pruebas a la directiva europea favoreciendo así la imparcialidad de los operadores.

Entre las novedades está también la posibilidad de elegir libremente la estación donde realizar la inspección tras un primer test desfavorable o un cambio en el cálculo de fecha de vencimiento (ahora se podrá hacer el examen con un mes de antelación, sin que penalice de cara a futuras pruebas). En 2018, los trabajadores de Peinador realizaron hasta 2.580 inspecciones no periódicas en vehículos.

Es obligatorio además tener el seguro en regla y que el coche tenga más de 30 años para que pueda ser considerado como clásico (antes era un mínimo de 25 años). Si el coche es importado desde cualquier Estado de la UE y tiene la ITV en regla no tendrá que ser sometido a una nueva prueba.

Asimismo se reforzó también el papel del propio examinador. Los candidatos a inspector deben tener la titulación de técnico superior en automoción o titulaciones equivalentes; o bien, la titulación de técnico en electromecánica de vehículos automóviles o titulaciones equivalentes y, en este último caso, una experiencia de tres años (contando estudios o prácticas documentadas). Su formación debe renovarse cada tres años a través de clases presenciales o formato online.