El incremento de las charlas preventivas en los centros educativas llevadas a cabo por los grupos de Participación Ciudadana de la Policía Nacional está empezando a hacer mella en el alumnado. Tanto es así que desde la UFAM (Unidad de Atención a la Familia y Mujer) notan que el número de denuncias por acoso escolar o bullying ya no están al alza.

Los efectivos de la Comisaría viguesa investigaron en torno a una decena de casos en todo el año, cifra que reconocen inferior a cursos anteriores. "Por ejemplo, en los dos últimos meses no hemos tenido ningún caso. La labor de prevención e información está siendo eficaz", señala el inspector jefe de la unidad, José Manuel Alonso.

Reconoce que los casos no son de extrema gravedad, aunque sí los define como "inquietantes". "Para una adolescente de entre 12 y 16 años, que es la franja de edad más común es vital dar con una solución ya que no pueden hacer una vida normal", explica el inspector Alonso Regueiro.

Señala además que son los progenitores y en contadas ocasiones el centro educativo o fundaciones como ANAR las que interponen estas denuncias. "Al tratarse de menores son los padres los que deben hacer esta labor de protección. Al acosador, que habitualmente se apoya en un grupo y no actúa en solitario, se le deriva a la Fiscalía, con quien la colaboración es estupenda", asevera el agente.