El temporal también tuvo importantes efectos al otro lado de la ría. La mayor incidencia afectó a la salida de Cangas de la autovía de O Morrazo, que tuvo que cortarse al filo de las cinco de la madrugada tras caer sobre la vía una gran cantidad de tierra de un talud, que se desprendió como consecuencia de la intensa lluvia.

El desprendimiento de tierra no produjo víctimas, pero sí un accidente de circulación. Un vehículo, un Citroën Cactus conducido por una mujer, colisionó contra el montón de tierra que había en la calzada, sin que pudiera evitarlo.

Prácticamente desde esa hora, personal de mantenimiento de carreteras, efectivos del Grupo de Emergencias de Cangas, de la Guardia Civil y de la Policía Local trabajaron para recuperar la normalidad en esta salida de la autovía. Al lugar tuvo que desplazarse también un geotécnico para tomar las medidas necesarias para estabilizar el talud. Se estima que permanecerá cerrado una semana.

En este mismo enlace se produjo un desprendimiento en 2014, pero no en el mismo punto. Las obras de emergencia que se hicieron en aquel momento ahora demostraron que funcionan, según informaron desde la Consellería de Infraestructuras.