Anuncio de impacto por la excepcionalidad de lo que oferta: "¿Alguna vez ha soñado con tener una vivienda en una isla paradisíaca? En las Islas Cíes (Parque Nacional de la Islas Atlánticas) apenas hay viviendas debido a la necesaria protección de este tipo de entornos. Se cuentan con los dedos de una mano y ahora una de ellas, puede ser tuya". Circula desde hace días por redes sociales y en la web de la inmobiliaria viguesa, Ep2gestion, que ha recibido el encargo de sus propietarios de buscar comprador a esta finca de 1.100 m(2) con una pequeña casa "para reformar con todos los permisos en regla". El resto de la información, incluido el precio, es reservada, datos que según la agencia intermediaria solo revelaría en persona como ha hecho con varios interesados, entre ellos, "algún extranjero".

Cualquiera podría suponerle un precio elevado por ubicarse en pleno corazón de una joya insular sin parangón en Galicia, tan pegada al camping que muchos de los habituales de este establecimiento creen que forma parte de su perímetro cuando en realidad, la finca publicitada pertenece a hermanos de la familia Pomar, y uno de ellos acostumbra a disfrutar junto a su esposa temporadas en verano en esa parte de la vivienda habitable. Pero la quincena de propiedades privadas existente en este privilegiado territorio ha cambiado tan poco de manos que ningún valor promedio del metro cuadrado "serviría como referencia", en opinión de expertos del sector inmobiliario consultados por este periódico. A esto añaden la diferencia entre lo que pudo haber costado a su nuevo dueño, la Casa Vieira en los años 80, cuando la isla todavía se regía bajo el paraguas protector de un Parque Natural, y lo que desembolsó quien se hizo con la Casa del Banquero a los cuatro años de la declaración de Parque Nacional, en 2002.

El precio, reservado

Por razones como estas en el sector no extraña tanto el mutismo de la citada agencia sobre el precio de venta cuando ni siquiera a quienes en algún momento se les ha pasado por la cabeza desprenderse de sus posesiones en Islas Cíes se atreven a calcular cuánto dinero pedirían, sea por desconocimiento o dejarse tentar por el mejor postor. "Quien quiera más detalles, que rellene el formulario y cerramos una entrevista personal", zanjan desde Ep2gestion.

Reticente a ofrecer muchos más detalles aduciendo que "todo lo que sea en Cíes no necesita más publicidad", antes de dar por concluida la conversación con este periódico el responsable de la agencia aclaró varias cuestiones sobre la novedosa oferta. Aparte de lo que se da por supuesto, que cuenta con la autorización de los propietarios, sobre todo insistió en que la finca "cumple todos los requisitos urbanísticos".

Esta nunca es una cuestión menor, máxime tratándose de una finca enclavada en un territorio amparado con el mayor grado de protección medioambiental. Y su remodelación en este caso sería más que necesaria si es que el nuevo inquilino la quisiera como segunda residencia debido a que una parte del inmueble presenta un estado casi ruinoso. Por si alguien duda de la palabra del agente, una breve ficha técnica que se adjunta en la web indica "Finca Registral 42858. F 178. T 836", con vivienda "con licencia de uso residencial" en un terreno catalogado como "suelo rústico de protección especial de espacios naturales dentro del Parque Natural Marítimo de las Islas Atlánticas".

Antes de dar por cerrada la transacción vinculada a una propiedad en Cíes, quienes se hayan postulado como aspirantes a adquirir esta pequeña finca deberían tener en cuanto un último escollo. Como recuerdan fuentes del Parque Nacional, el registrador o notario tiene la obligación de informar previamente de la operación a la Xunta. Al ser la administración titular de este territorio insular goza del derecho de tanteo, "preferencia en la compra". Hace años que no se encuentra en una tesitura parecida y hasta el año pasado no figuraba entre las prioridades del gobierno autonómico aumentar sus bienes inmuebles en el archipiélago. De seguir siendo así, este pedacito de paraíso acabará en manos del que pague una cifra de no pocos dígitos.