Tras dar por hecha su continuidad y reiterar que solo restaba encontrar un emplazamiento definitivo, O Marisquiño 2019 vuelve a estar en el aire. Los promotores del festival anunciaron no solo la marcha del fundador y cabeza visible del evento urbano durante 18 años, Carlos Domínguez "Piti", sino también que "en próximas semanas" decidirán si se celebra o no una nueva edición a consecuencia de las deudas acumuladas tras el accidente -que cifran en más de 100.000 euros- y el impacto que el siniestro, con 467 heridos a sus espaldas, generó en la marca.

El objetivo de la nueva dirección, comandada ahora por el vigués José Joaquín Ezpeleta "Joako", pasa por "evaluar" si el festival puede celebrarse en tan solo unos meses y para ello el apoyo institucional será clave. La organización solicitará una reunión con todas las administraciones que apoyaron el festival en los últimos años -dejando entrever que volverán a sentarse con la Xunta- para lograr "la mayor implicación posible" y que el festival que generó millones de euros al comercio y hostelería siga en la ciudad. "Nuestra gran prioridad siempre fue Vigo y sería una pena perderlo. Pero si no hay que realizarlo en Vigo en esta edición, tampoco pasaría nada", sopesa "Piti".

El tiempo juega en contra del festival, ya que la celebración del mismo está prevista para el mes de agosto al acoger pruebas puntuables para múltiples campeonatos que ya tienen señalados sus calendarios. Es precisamente esta proximidad a la fecha del evento y la ausencia de una ubicación contrastada la que pone en jaque la celebración de O Marisquiño en la ciudad que lo vio crecer, Vigo. "Este es el mayor problema al que se enfrenta el festival en este momento. Es la gran preocupación que hay", advierte Piti, quien reconoce que fueron varias las ofertas llegadas de otros ayuntamientos que estarían dispuestos a ceder sus espacios para la celebración del evento. "Para nosotros siempre fue una mala idea marcharnos de Vigo, pero es una posibilidad abierta. Y hay diálogo con otras administraciones, nos llegaron ofertas, concretamente hay dos sobre la mesa", admite Domínguez.

El fundador del festival no se desmarca de su futuro pero sí pasará a estar en un "segundo plano" ya que asegura sentirse "decepcionado" por la reacción de las administraciones cuando más se las necesitaba. "Yo voy a seguir participando del festival pero no de forma tan visible. Hubo muy poca sensibilidad tras el accidente y como todo ciudadano con una mínima noción de derecho, nosotros no somos responsables. Llegaron a asegurar en el Parlamento que no teníamos Seguro de Responsabilidad Civil, cuando yo se lo envíe con acuse de recibo. Finalmente me pidieron disculpas porque realmente se demostró que sí lo teníamos pero el daño ya está hecho", lamentó Carlos Domínguez, quien pasará a centrarse en su trabajo dentro del sector de la moda y en que reconoce está "muy bien posicionado" y "motivado".

Cumplir ahora con los pronósticos de crecimiento del festival urbano por excelencia será más complicado. O Marisquiño estaba enmarcado dentro de un Plan Estratégico 2020 que ahora se ha visto truncado por el accidente. "Ocasionó unas pérdidas cuantiosas que además nos cambia el rumbo del festival porque si buscábamos crecer a base de renunciar a los beneficios, ya no podemos lograr estos objetivos así que pasamos a centrarnos en mantenerse en lugar de crecer", asevera "Piti", quien confirma que a día de hoy está pagado "el 100%" de las facturas y de los gastos y costes de la pasada edición.

López Veiga, ante la Comisión

Por otra parte, la Comisión de Investigación del Parlamento celebra hoy una nueva sesión en la que, además de varios empleados municipales, comparecerá el presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique López Veiga. Asimismo, y en relación a la información requerida por los diputados de la Mesa, en el Pleno del Parlamento celebrado ayer, el PP exigió al Concello que entregue a la Cámara Legislativa la documentación relativa al suceso de O Marisquiño, aunque los grupos de la oposición lamentaron que los populares empleen el suceso para atacar al municipio vigués.