Mensaje de calado del nuevo director de PSA-Vigo en su primera comparecencia pública ante empresarios, economistas y autoridades. Ignacio Bueno, que cogió el volante, aprovechó su discurso tras la recepción del primer Premio Economía que otorgó el Consello Galego de Economistas a la factoría -por su aportación al desarrollo industrial de la comunidad en los últimos sesenta años- para poner sobre la mesa una serie de necesidades que deben satisfacerse para que Vigo continúe siendo "referente" para el grupo, y citó expresamente cuatro: reducir los costes de la energía, mejorar las infraestructuras de transporte, aumentar la flexibilidad laboral y fomentar la innovación de los sistemas productivos.

En un auditorio Afundación a reventar, y ante la atenta mirada del presidente de la Xunta, la presidenta del Congreso de los Diputados, el alcalde y representantes del Consello Galego de Economistas, empresarios y otras autoridades, Bueno reconoció el buen momento que atraviesa la planta viguesa, que afronta los lanzamientos del todocamino V20 y la nueva furgoneta de Toyota, lo que supondrá la contratación de más de 1.000 personas este año y permitirá "unos volúmenes de producción superiores a los 500.000 vehículos a partir de 2020". "Gracias al trabajo realizado en los últimos años, en 2020 tendremos la planta de Vigo en niveles de máximo aprovechamiento de su potencial", explicó el nuevo director de Balaídos, que a renglón seguido subrayó que "ahora" es el momento de "sentar las bases" para que esta situación se mantenga en los "años venideros".

En su discurso, en el que agradeció al Consello Galego de Economistas el reconocimiento a PSA-Vigo, Bueno repasó una a una las incertidumbres que rodean al sector del automóvil, como los nuevos conceptos de movilidad, los "ambiciosos objetivos de reducción de emisiones", la "fuerte competencia" de los países low-cost, el coche autónomo y conectado, la digitalización o los nuevos sistemas de propulsión, poniendo el acento en el coche eléctrico (para el que reclamó incentivos para la compra, infraestructuras de recarga y la adaptación del tejido productivo). Ante este cambio, que, advirtió, "va a ocurrir muy rápido", la fábrica y su entorno, en alusión a todo el parque de proveedores y a las administraciones, deberán remar en la misma dirección: "Sé que cuento con la máxima implicación del equipo que dirijo para seguir persiguiendo la excelencia. Al entorno, le pido también su complicidad, para que Galicia siga en la carrera y para que, de forma colectiva, sigamos teniendo motivos de felicitación como los que representa este galardón", resumió.

Bueno reconoció abiertamente que el futuro de una factoría como Balaídos radica "en el coste de fabricación, contemplando toda la cadena de valor", e identificó cuatro aspectos clave en los que seguir mejorando: energía (la escalada del precio de la electricidad penaliza a la industria del motor; el grupo francés ya consiguió rebajar los costes energéticos en Portugal como condición para nuevos proyectos), logística e infraestructuras de transporte (tanto marítimas como terrestres; PSA aspira a conectar por tren, por ejemplo, las cuatro plantas del polo ibérico en aras de un mayor ahorro logístico); flexibilidad laboral (Bueno considera que es la única forma de hacer frente a la mano de obra de países low-cost) e innovación (ya no de producto, sino de procesos productivos).

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, reconoció el papel de PSA como "impulso" a los cambios que hubo en Vigo y Galicia. "Esta empresa lleva el nombre Galicia por el mundo; para un gallego, cualquiera de los modelos fabricados aquí en los últimos sesenta años es un orgullo", destacó. La presidenta del Congreso, Ana Pastor, resaltó el papel "protagonista indiscutible" de la fábrica "en la industrialización de Galicia y España en el último siglo" gracias a su fórmula mágica: "exigencia, excelencia y eficiencia". El alcalde, Abel Caballero, aseguró que "desde aquí tenemos que competir con los mejores del mundo, y no nos tiembla el pulso", y apreció que fuese el Consello de Economistas el que reconozca "esta maravillosa historia de 60 años de producción del automóvil".

Al acto acudió también el presidente del Consejo General de Colegios de Economistas de España, Valentí Pich Rosell. El concedido a PSA-Vigo es el primer Premio Economía del Consello Galego de Economistas, cuyo presidente, Miguel Ángel Vázquez Taín, valoró que la planta de Balaídos es "uno de los grandes responsables de la cultura emprendedora que hoy hay en la ciudad y su entorno". El galardón reconoce igualmente el esfuerzo de los proveedores y auxiliares de la factoría gallego, así como de los más de 21.000 trabajadores directos que componen este sector.