El Consello Galego de Economistas entrega mañana a la factoría de Balaídos del Grupo PSA el Premio Economía por su aportación al desarrollo de la comunidad en los últimos sesenta años, en un acto en Vigo al que está prevista la asistencia del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, la presidenta del Congreso, Ana Pastor, y el alcalde Abel Caballero. El nuevo director de PSA-Vigo, Ignacio Bueno, recogerá el galardón de manos del presidente del colectivo de economistas, Miguel Ángel Vázquez Taín.

- ¿Cómo surgen estos premios?

-En el Consello Galego acabamos de terminar una fase no de refundación, pero sí de reestructuración, en el sentido de que nos hemos unificado los colegios de economistas y de titulados mercantiles. Digamos que ahora la representación en el ámbito de la economía está unificada en Galicia, con un único colegio por provincia y el Consello Galego a nivel autonómico. Una vez finalizado este proceso nos pareció muy oportuno crear este premio para dar a conocer proyectos, empresas, que de alguna manera hayan contribuido al desarrollo económico de Galicia. Es el objetivo del premio y por qué lo creamos. Para poner en valor su trabajo y su aportación.

- ¿Lo tuvieron claro con PSA-Vigo o hubo discusión?

-Lo tuvimos muy fácil. Otros años no sé si habrá tanta unanimidad. Si hay algún proyecto, aunque en este caso ya es una realidad consolidada, que más haya contribuido al desarrollo económico de Galicia, sobre todo desde una perspectiva histórica, a lo largo de los últimos sesenta años, es el centro de Vigo del Grupo PSA, lo que era antes Citroën Hispania. Sin ningún tipo de dudas es la empresa que más ha aportado al desarrollo económico gallego, tanto de una forma directa, con el empleo creado, como indirecta, ya no solo por la industria auxiliar que ha surgido a su alrededor, sino como ejemplo para nuevas iniciativas empresariales e industriales.

- ¿A qué se refiere?

-Pues por ejemplo a todas las iniciativas innovadoras que han aparecido al rebufo de la fábrica, y que han repercutido también en otros ámbitos. Es digno de reconocer. Con PSA se extendió esa cultura de emprendimiento que tiene Vigo. Las necesidades de suministro de la fábrica en sus inicios llevaron a mucha gente a poner en marcha empresas que hoy son un referente, con una gran creatividad e impulso, empresas que en muchos casos han dado el salto a otros sectores ajenos a la automoción. Es un elemento a tener en cuenta. En su conjunto es imposible de cuantificar. Hay un tangible que ya cuesta medir, que es toda la cadena de la automoción, pero también un intangible que se extiende más allá del propio sector. Pero con este premio reconocemos también otro elemento clave.

- ¿Cuál?

-A los trabajadores. PSA es lo que es porque directa e indirectamente muchísimos gallegos se han involucrado en el proyecto, trabajando en la propia fábrica o fuera.

- ¿Cómo ve al sector?

-No lo veo mal. Al margen de que pueda pasar por coyunturas puntuales y vaivenes, como todos los sectores en una economía tan internacionalizada y a veces con regulaciones un tanto erráticas, lo veo bien. El sector ha sabido diversificar clientes, expandirse? Todo lo que son fabricantes de componentes y auxiliares están totalmente internacionalizados, trabajando para otras marcas. Esa cultura también se le debe a PSA, sin la cual está claro que no tendríamos el tejido industrial que tenemos. Es un sector sensible a coyunturas pero sabe dar respuesta a los problemas.

- Citaba antes las regulaciones un tanto erráticas. ¿Cree que la descarbonización es una de las principales amenazas a las que se enfrenta la automoción?

-La palabra amenaza no me gusta mucho. Yo creo que tiene que convertirse en una oportunidad para el sector. No soy un experto, pero obviamente son cambios que con el tiempo son necesarios. La adaptación de la industria a estas nuevas regulaciones, a estas nuevas tendencias, el coche eléctrico? estoy convencido de que el sector lo va a aprovechar para seguir generando riqueza.