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La falta de obra nueva en el centro anima la venta de docenas de edificios enteros para rehabilitar

Particulares e inmobiliarias ofertan ahora mismo 40 edificaciones en Casco Vello, Urzáiz, Vázquez Varela o Gran Vía - El importe medio va de 500.000 a 700.000 euros, aunque hay grandes bloques que superan los 4 millones

Edificio disponible en la Gran Vía de Vigo // R. Grobas

El mercado inmobiliario hace ya más de un año que inició el camino de la recuperación. Los datos oficiales tanto del INE como del Ministerio de Fomento apuntan a un incremento continuado de las transacciones y del importe de las ventas. Pero en el caso de Vigo esta demanda que se reactiva choca en la práctica con la escasez de oferta de vivienda nueva en el centro debido a la paralización del sector de la construcción motivada por la crisis económica, la incertidumbre inicial generada por la anulación del Plan Xeral y el hecho histórico de ser la urbe gallega con menor stock al que recurrir. En este contexto ha sido algo natural que los promotores apostaran en muchas ocasiones por la rehabilitación de edificios para colocar obra nueva en el mercado y hoy son ya visibles los carteles en los que inmobiliarias o bancos ofertan edificios completos en las calles más céntricas de Vigo en busca de inversores interesados en rehabilitarlos. Solo en tres de los principales buscadores de propiedades figuran ahora mismo disponibles un total de 40 edificaciones en enclaves privilegiados como Elduayen, Manuel Núñez, María Berdiales, Urzáiz, el Calvario o en plena Gran Vía.

El importe medio de las construcciones podría situarse entre los 500.000 y los 700.000 euros, aunque están a la venta también grandes bloques de viviendas, algunos con los contratos de alquiler en vigor e ingresos garantizados, por más de cuatro millones de euros. En el mercado de segunda mano las opciones son muy diversas y hay muchas promotoras pequeñas y de tamaño medio que encuentran en los inmuebles vacíos y pendientes de rehabilitación una buena manera de construir en el centro y dar respuesta a la demanda de viviendas a estrenar bien ubicada. Dos ejemplos claros son las promociones de Gescomar en la calle Cervantes, donde tienen ya licencia para rehabilitar tres inmuebles en ruinas que contribuirán a mejorar la entrada a Vigo desde la AP-9, o su otro proyecto en la calle México, donde ya se han vendido nueve de las diez viviendas resultantes, según figura en su web.

El problema más evidente con el que se encuentran los promotores es la ausencia de parcelas vacías de uso residencial en las calles más solicitadas y otro de los problemas que empujan a docenas de edificios a la venta es que proceden de herencias y los nuevos propietarios no pueden asumir una rehabilitación completa de los inmuebles. Estos son dos de los factores que apuntan desde las inmobiliarias de la ciudad, destacando además que hay otro grupo importante de estos edificios que están en manos de entidades financieras tras la quiebra de la promotora original y que buscan deshacerse del conjunto de la propiedad.

Así lo trasladan desde Fincas Santoro, que ven en la ausencia de Plan Xeral uno de los factores que están animando a los pequeños promotores a la restauración de inmuebles históricos. Coincide con parte del análisis que realizan desde Inmobiliaria Costas, donde reconocen que "al haber poca obra nueva y parcelas, se buscan edificios antiguos en los que se conserva muchas veces la fachada y la estructura interior de hormigón", lo que reduce costes y agiliza los plazos de construcción.

Los alrededor de 40 anuncios activos en estos momentos incluyen bloques residenciales de principios del siglo XX y muchos en El Ensanche de los años cuarenta y cincuenta que precisan una importante rehabilitación. Los que se ofertan en el Casco Vello son en su mayoría ruinas y se encuentran en manos de entidades bancarias, como uno de los casos en la calle Chao que gestiona Alsan Global Solution, que también detecta "mucho interés" por este tipo de productos a cuyos propietarios, sean bancos o particulares, les interesa vender rápido porque sobre muchos pesan órdenes de medidas urgentes para garantizar la seguridad.

En rúa Alta hay a la venta una casa en piedra del año 1900 por 350.000 euros. En O Berbés se piden 317.000 por un bloque en ruinas de 485 m2. Se vende otro edificio de cuatro alturas en Cesteiros por 250.000 y, en la calle San Francisco, se oferta otro bloque por 190.000 euros con 525 m2. Para un inversor son cifras asumibles y desde las inmobiliarias esperan que este interés por la segunda mano que ahora vive su momento de auge se frene en tres o cuatro años cuando se apruebe el nuevo PXOM y cojan más ritmo las licencias de obra nueva.

Pero las cifras más altas se solicitan en la zona centro y El Calvario, que acumula hasta tres inmuebles a la venta a partir de 900.000 euros. El más caro ahora mismo en Vigo es un bloque en María Berdiales de 4.437 m2 con oficinas y garajes por el que se piden 4,5 millones. En 2,7 millones se ha fijado el precio de otra construcción que hace esquina en Hernán Cortes con 21 viviendas y hay varios ejemplos por encima del millón de euros en Urzáiz, Areal o Gran Vía. Se sitúan entre 700.000 y el millón los edificios disponibles en la calle Príncipe para uso residencial y hotelero, en Elduayen y en la calle de las ostras.

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