Un padre divorciado aceptó ayer 9 meses de prisión por un delito de abandono de familia y otro de alzamiento de bienes por no abonar la pensión alimenticia a su hija menor. Aunque el impago, relata la Fiscalía, se mantiene desde la separación en 2004, en esta causa penal solo deberá abonar algo más de 15.000 euros por las cuantías mensuales adeudadas entre 2011 y 2016, ya que los anteriores ejercicios están prescritos en el ámbito penal.

La pensión acordada en la separación en 2004 fue de 180 euros al mes que se irían actualizando según el IPC. Según el Ministerio Público, el acusado "incumplió" desde ese mismo año pese a tener "capacidad económica". Debido a la deuda, su exmujer puso una demanda en la vía civil en 2015 que dio lugar a un procedimiento de ejecución por importe de 15.360 euros, acordándose un embargo sobre la nómina del hombre, que trabajaba en una cafetería. La Fiscalía relata que debido a esta reclamación, y para "salvaguardar sus bienes" en perjuicio de su hija, "causó baja voluntaria en el puesto de trabajo indefinido y a jornada completa" que desempeñaba desde hacía varios años.

También para eludir el pago, formalizó con su actual esposa -que fue absuelta, al retirarse la acusación ya que ignoraba la intención del hombre- escritura de liquidación parcial de la sociedad de gananciales en una notaría. Y un saldo que había en una cuenta, de casi 15.000 euros, "fue retirado y sustraído" de la esfera patrimonial del acusado.