La mayor terminal ferroviaria de mercancías de la Península Ibérica que la filial de la naviera MSC, Medway, ejecutará en Famalicão "hay que tomarlo como un estímulo que nos obliga a espabilar". Sin restar importancia al salto competitivo que supondrá la nueva infraestructura para los puertos de Leixões y Sines, el presidente del Puerto de Vigo prefiere valorarla como un ejemplo a imitar en cuanto a la apuesta por la renovación constante de las instalaciones marítimas" justo lo que pretendemos hacer aquí pese a la resistencia de algunos". De ahí que Enrique López Veiga considere el proyecto respaldado ayer por el ministro de Infraestructuras de Portugal como una "razón de más" que justifica la necesidad de las ampliaciones que promueve para los muelles como el Ro-Ro de Bouzas o el Transversal, e insistir "con mayor fuerza" en la reivindicación de la mejora de las líneas convencionales de tren que enlazan con el recinto portuario.
"En Portugal a nadie se le ocurre que no puedan hacerse infraestructuras portuarias," sostiene Veiga a propósito de la obra en Lousado. Como publicó ayer FARO, en esta zona del municipio situado a 120 kilómetros de Vigo, Vila Nova de Famalicão, se construirá sobre una superficie de 200.000 m2 un Puerto Seco capaz de recibir convoyes de 750 metros y que contará con un área de aparcamiento para 10.000 contenedores. "Allí tienen claro qué hay que hacer para que aumentar la competitividad de sus puertos. Porque no se puede tener un gran puerto sin acometer obras", afirma en una nueva alusión a las críticas que recibió por parte de portavoces nacionalistas al defender que había llegado el momento de abordar las ampliaciones en los muelles, actuaciones que ya recoge en el Plan Estratégico y el Director de Infraestructuras.
Más que temor a la competencia portuguesa, la argumentación de Veiga denota cierta envidia por el fuerte apoyo institucional y social que reciben allí las mejoras en los puertos. Es lo que desearía que ocurriese en Vigo porque recalca que este puerto "sirve a las industrias y cuando deje de hacerlo, las industrias se irán a otra parte, como a Portugal". Por eso incide en que la megaterminal de Famalicão es una "razón de más que nos obliga a impulsar las mejoras que urgen hacer en Vigo". Volvió a reiterar que este puerto reúne unas condiciones inmejorables, por su abrigo natural, para la maniobrabilidad de los grandes buques, construcciones por las que apuestan las grandes navieras. "Así que o espabilamos", apunta, en el sentido de impulsar actuaciones como la conversión en muelle de la escollera exterior de Bouzas, y habilitando más superficie en las dársenas comerciales, "o estamos perdidos", advierte.
A su juicio, el proyecto de Portugal debería servir también para reavivar "con mucha más fuerza todavía" la reivindicación sobre el ferrocarril en el puerto. Es una demanda que incluso cuando su partido estaba en el gobierno central Veiga expresó con contundencia una vez conocido que el enganche del Noroeste español al Corredor Atlántico de la UE se posponía al menos hasta 2027. "Ni Vigo ni Galicia pueden esperar a 2027. Si no se pueden usar fondos europeos, pues habrá que usar fondos propios, pero no se puede retrasar esta conexión", fueron sus palabras en noviembre de 2017. Argumentos a los que ahora añade: "Lo que no se puede consentir es que a base de dar largas al AVE a Galicia no se mejoren las líneas convencionales".
El hándicap de las vías actuales
Para los operadores vigueses consultados por este periódico, mientras el servicio ferroviario continúe funcionando como en la actualidad, al Puerto de Vigo le será "imposible" rivalizar con las terminales del Norte de Portugal. "Ya estamos en desventaja pero más todavía cuando la megaterminal de Medway conlleve la ampliación de la capacidad de transporte de mercancías del trazado ferroviario", vaticinan. A falta de una conexión más ambiciosa, para estas empresas locales la única razón que explica el escaso volumen de contenedores que llegan o salen en tren de Vigo no es otra que el "hándicap de que las líneas de mercancías y pasajeros no estén separadas".
Esta limitación técnica es lo que provoca la lentitud de los convoyes. "Ha habido algunos que tuvieron que esperar horas parados en un punto intermedio entre Vigo y Zaragoza para que pudiera pasar el de pasajeros", indican. Como ejemplo de lo que supondría la segregación de las vías férreas en Guixar señalan lo ocurrido tras el estreno del AVE entre la capital maña y Madrid. Al canalizarse el tráfico ferroviario por dos conexiones diferentes, el Puerto Seco de Zaragoza despegó definitivamente atrayendo a navieras como la líder mundial, Maersk, que desde entonces tiene allí su centro de redistribución de contenedores para toda España.
