La Navidad de Vigo puso el broche de oro de la misma forma que arrancó: a lo grande. Con Papá Noel descansando en Laponia hace ya tres semanas, y los Reyes Magos de vuelta en Oriente hace siete días, el Concello, a petición de los comerciantes, extendió los festejos navideños hasta ayer. Y, por primera vez, organizó un acto de apagado del alumbrado. La cita no defraudó. Miles de vigueses -35.000 personas, según la Policía Local- acudieron a Porta do Sol a despedir la primera Navidad de dos meses. La música corrió a cargo del grupo vocal femenino Broken Peach, que actuó a los pies del ya emblemático árbol de luces Led de 31 metros de altura. El concierto se extendió desde pasadas las siete de la tarde hasta las ocho. "Ha sido la prueba de sonido más multitudinaria que hemos tenido; esperamos que todo salga bien", se excusaron las cantantes antes de arrancar el espectáculo sorprendidas por la ingente cantidad de personas que rodeaban el escenario y que luego dieron palmas y corearon algunas de sus versiones de clásicos en inglés.
Y es que a lo largo y ancho de Porta do Sol y Príncipe se dieron cita miles de familias que no quisieron perderse la última sesión luminosa de los 9 millones de bombillas Led con las que se engalanó la ciudad y, particularmente de sus enormes referentes: el árbol, la bola, la caja de regalo y el muñeco de nieve. Una vez más fue preciso cerrar el acceso rodado desde Colón y el Paseo de Alfonso.
Luego llegó el turno del alcalde, que destacó la Navidad de Vigo como otra forma de generar economía en la ciudad y avanzó que el alumbrado se encenderá de nuevo este año el 23 de noviembre. Además, con su ya popular inglés y coreado por la multitud, se dirigió al alcalde de Nueva York para recordarle el peso que ha cogido la iluminación viguesa: "Quiero decirle que es la mejor del planeta", ensalzó en inglés entre aplausos y vítores. El regidor destacó los "cientos de miles" de personas que visitaron Vigo atraídas por las luces y agradeció a los vigueses su papel. "Sois el corazón de esta ciudad", subrayó tras el último espectáculo de música y luz del árbol. Acto seguido, pulsó el botón que ensombreció la ciudad y que provocó un multitudinario "¡oh!" de los vigueses. El alcalde estuvo acompañado por la presidenta de la Diputación, Carmela Silva; el delegado de Zona Franca, David Regades y todos los concejales socialistas.
Ayer volvió a funcionar por última vez también una de las novedades de este año: el Nadal Bus. Todo apunta a que la experiencia se repetirá y mejorará el próximo año. Y es que más de 14.000 personas se subieron a él, quedándose fuera muchas de ellas por la elevada demanda. Según avanzó el Concello, el próximo año se podrán reservar los billetes por internet. También ayer fue el último día que tuvieron los vigueses para visitar el belén que se instaló en Casa das Artes y el llamativo poblado navideño que también tuvo mucho éxito y que se ubicó en la Casa Galega da Cultura. Lo único del programa navideño que sí seguirá abierto durante las próximas semanas será la pista y la rampa de hielo de As Avenidas.
