Las obras en la A-55 entre Vigo y Porriño lastraron el tráfico de la autovía en 2017. Los últimos datos publicados por Fomento muestran que el vial que enlaza la ciudad con Porriño y Mos sufrió una caída sensible de tránsito mientras el resto de carreteras estatales de la comarca ganaron actividad. De los puntos en los que el ministerio realiza mediciones, el que sufrió una mayor pérdida de tráfico fue el situado en Mos, poco antes del entronque con Porriño. Si en 2016 circulaban por ese tramo una media de 63.029 conductores diarios, el año pasado la cifra había bajado a 47.616.

En el acceso de Vigo el descenso fue muy inferior. A la altura de Avenida de Madrid Fomento identificaba en 2016 casi 39.200 vehículos diarios, un millar y medio menos que un año antes, lo que supone una caída mínima, del 3,9%. En Porriño el descenso fue algo más pronunciado y rozó el 9%.

Los datos de la A-55 contrastan con los del resto de viales que transcurren por la comarca. La autopista AP-9 ganó tráfico en todos los puntos analizados por el ministerio. A la altura de Teis, por ejemplo, subió de los 54.500 vehículos diarios de 2016 a los casi 55.100 registrados el año anterior. En 2017 el observatorio estatal constató repuntes de tráfico generalizados también en la carretera nacional N-550 y la autovía de circunvalación VG-20, tres viales que en gran medida se beneficiaron de la deriva de la economía.

En ese escenario el único factor que diferencia a la A-55 son las obras de reforma que arrancaron a finales de 2015 para mejorar la seguridad del vial entre Vigo y Porriño, un tramo con graves problemas de siniestralidad. Los estudios del propio ministerio y de entidades como Automovilistas Europeos Asociados (AEA) concluyen, de hecho, que la A-55 a su paso por Mos soporta el punto negro con más accidentes y heridos de toda España. La conocida como curva de Los Molinos, el kilómetro 12 de la A-55, sumó 300 heridos en siete años y solo a lo largo de 2017 registró 35 siniestros con lesionados.

Aunque la reforma arrancó en octubre de 2015 con un presupuesto de 5,98 millones de euros y un plazo de ejecución de 14 meses las obras se han eternizado. La previsión inicial de Fomento pasaba por tener los trabajos listos en el verano de 2017. La realidad es que, un año y medio después, Fomento reconoce que el proyecto de reforma aún no se ha culminado. En diciembre el ministerio reconocía estar ejecutando aún trabajos en Mos y que otras obras en el enlace de Cabral carecían incluso de fecha.

Durante meses los trabajos de reforma de la A-55 ocasionaron importantes molestias a los conductores, con tramos limitados a 60 kilómetros por hora y señales especiales de obra. Los transportistas, que emplean el vial con frecuencia, incluso alertaron del impacto de esa situación sobre sus cuentas. Durante 2017 sí ganó tráfico la AP-9 en el tramo paralelo a la A-55.