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Limpian el solar de Cordelerías Mar e inician las catas previas a su demolición

La inmobiliaria de Jove vacía el edificio y cierra los accesos para evitar accidentes y el paso de okupas -Los datos arqueológicos fijarán la dimensión del ámbito del desarrollo urbanístico

Estado que presenta en la actualidad el edificio de Cordelerías Mar, ubicado entre las calles Jacinto Benavente y Marqués de Valterra. // R.G.

El ámbito de Cordelerías Mar en la calle Jacinto Benavente registra estos días una actividad muy celebrada por los vecinos. La inmobiliaria Frieira 360 -del Grupo Inveravante que capitanea el empresario Manuel Jove- ha iniciado una limpieza a fondo de la edificación que ha justificado ante la Gerencia de Urbanismo por razones de seguridad. Con esta actuación de mantenimiento exterior e interior busca reducir al mínimo la posibilidad de accidentes por desprendimientos de la fachada y evitar que el viejo inmueble vuelva a utilizarse como asentamiento de okupas.

Estos trabajos están muy lejos de ese proyecto impulsado por Jove del que pese a los pocos datos trascendidos, como que además de viviendas incorporará una gran plaza púbica, ha sido valorado entre el vecindario como el revulsivo que necesita la zona para desterrar esa imagen depauperada que arrastra desde hace años por la concentración de varios inmuebles abandonados en la trasera de la avenida Beiramar. Y es que todavía pasará bastante tiempo antes de que los residentes puedan ver cómo se construye sobre estos 3.177 m2 situados entre las calles Marqués de Valterra y Jacinto Benavente. Desde el Concello recordaron ayer que el proyecto inmobiliario impulsado por el empresario coruñés está condicionado a la aprobación provisional del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM).

Aún así, la promotora ha decidido aprovechar esta larga espera con el inicio de las catas arqueológicas. Autorizadas por la Dirección Xeral de Patrimonio, estos sondeos suponen el paso previo a la solicitud de licencia para proceder a la demolición de la ya ruinosa estructura. La propuesta arqueológica que la inmobiliaria de Jove presentó el pasado septiembre en la oficina municipal de Patrimonio Histórico incluye hasta una veintena de catas en diferentes puntos del terreno ocupado por la antigua nave industrial y en una parcela anexa sin edificar. Los resultados obtenidos de estas perforaciones serán determinantes, como ya avisó la empresa, a la hora de configurar la dimensión real del ámbito a desarrollar urbanísticamente. "Podría ampliarse o reducirse", dijo entonces.

Ahora la actividad más visible en esta parcela son las labores de limpieza y mantenimiento. Desde hace mucho tiempo que la estructura había sido tomada por grupos de okupas que deambulaban por un interior plagado de ratas y recorriendo plantas que a causa de su deterioro presentan un serio riesgo de desplome. Por eso el principal propósito de esta primera actuación sobre el solar es minimizar la posibilidad de accidentes e incendios, por lo que junto al vaciado completo de su interior y la inspección de la fachada para retirar los fragmentos a punto de desprenderse, incluye la clausura de todas sus entradas para evitar el acceso de personas y animales.

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