El conflicto competencial en el borde marítimo vigués podría dejar de ser una constante. Al menos en lo que se refiere al paseo urbano de Bouzas, la zona de madera del margen izquierdo del arenal de O Adro. El Concello y la Dirección General de Costas, tras varias reuniones, acordaron la cesión del espacio por un periodo de 100 años, lo que implicaría que este paseo marítimo en tierra sería únicamente de competencia municipal y el Gobierno local dispondría de él tanto para arreglarlo como para su adecuación a las humanizaciones del entorno ya previstas.

El último de estos encuentros tuvo lugar la mediados del pasado mes de diciembre. El acuerdo semeja inmediato ya que tanto al Concello le interesa incorporar el muelle a su patrimonio con el objetivo de una futura reforma y a Costas, órgano dependiente del Gobierno central, también estaría dispuesto a realizar esta concesión por las próximas diez décadas.

El plan del consistorio vigués para la zona todavía no está definido hasta que se produzca esta concesión si bien la idea inicial pasa por poner en marcha un proyecto para recuperar la zona, tal y como indicaron fuentes locales. Actualmente operarios municipales ya se encuentran trabajando en la zona del empedrado y una vez tenga total competencia en el entramado de madera también será objeto de nuevas mejoras, que se unirá al diseño de humanización que se está llevando a cabo frente a la iglesia de Bouzas y al macroparque infantil y zona de juegos proyectado en la villa y para el que se reservaron 800.000 euros.

Cinco meses de cierre

Este paseo de madera que bordea el margen izquierdo del arenal de Bouzas permanece cerrado al tránsito desde el pasado mes de agosto, concretamente cuando la caída de un viandante debido al desgaste y humedad de los travesaños obligó a la administración local a precintar y vallar 200 metros del espacio. Se trata, como sucede en As Avenidas, de una zona donde se solapan las competencias entre la administración que ejecutó la obra -Zona Franca-, la titular de la infraestructura portuaria y la responsable de su mantenimiento, que en este caso sería el Concello.

Y es que tras el suceso, la administración que gobierna Abel Caballero encomendó una revisión estructural del paseo, que discurre paralelo al paseo de Paz de Andrade, en Bouzas. El regidor planteó una reunión técnica a tres bandas con el Consorcio y la Autoridad Portuaria que llegó a convocarse a la semana siguiente pero fue suspendida por falta de agenda, sin que hasta el momento se llegase a ningún acuerdo.

Este lío competencial que reinaba en el entorno y que motivó el precinto durante cinco meses también provocaba malestar entre los vecinos. José María Vidal es el presidente de la Asociación Vecinal de Bouzas, quien mostraba el símil de la zona con lo sucedido en el Náutico tras el derrumbe del muelle pilotado frente a la delegación de la Xunta. "Bouzas está repartido como un pastel y al final ninguno de los implicados resuelve el problema", valoraba. Vidal sostiene que en la época estival por el entorno discurren "miles de personas diarias" que merecen "un paseo en condiciones". "Va a ser un trabajo costoso porque la madera está muy deteriorada e hincha. Y ya no es solo una zona importante para los vecinos sino para todos, este es el paseo de Vigo. Confiamos en que antes del verano podamos tener una solución y arreglarlo", apunta. Con este acuerdo, la zona pasaría a ser municipal por lo que el propio ente local podría arreglarla sin discrepancias sobre la competencia.