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Susana García-Baquero Borrell: "Es necesario que la Justicia dé ya un salto en su modernización"

"Aumenta la cibercriminalidad y hay que estar atentos a la problemática de las migraciones"

Susana García-Baquero, en su despacho. // Marta G. Brea

Con 25 años de carrera profesional a sus espaldas, Susana García-Baquero Borrell fue designada el pasado octubre para continuar un lustro más como fiscal jefe de Vigo, cargo que ocupa desde 2013. Huye de personalismos y recalca que con esta entrevista lo que quiere visibilizar es a la Fiscalía de Área de Vigo y particularmente la labor de sus 28 fiscales y de su plantilla de funcionarios. "No importa la persona, importa el servicio público", resume.

-La pregunta es obligada. ¿Qué balance hace de su primera etapa como fiscal jefe de Vigo?

-Es difícil poner un calificativo. De lo que sí podemos hablar es de cambios hacia adelante en la Fiscalía, acordes con los tiempos. Cambios por las modificaciones legislativas, la evolución de la sociedad, el crecimiento de los juzgados... y conformes con la evolución de la Fiscalía General del Estado. De forma particular, en la Fiscalía de Área de Vigo tuvimos en junio una auditoría profunda y el resultado fue positivo, en líneas generales y particularmente en relación al trabajo de cada fiscal y de cada miembro de la oficina.

- 2018 fue un año complicado. Los tres meses de huelga de funcionarios judiciales paralizaron la actividad. ¿Quedan secuelas?

-En Vigo la huelga fue muy dura. Y especialmente en la Fiscalía. Es difícil valorar las secuelas, pero aún persisten: en el retraso de las causas y de los señalamientos. El órgano decisor sigue siendo único, es decir, el juez no dispone de refuerzos para resolver y el fiscal tampoco los tiene para emitir sus informes o sus escritos de calificación. Por mucho refuerzo que haya en las oficinas [de funcionarios], el embudo continúa. No se puede dar ahora un acelerón, porque al final la decisión es unilateral por parte del juez. No es posible multiplicar los señalamientos para ganar el tiempo perdido.

-Magistrados y fiscales, a su vez, protagonizaron movilizaciones exponiendo reivindicaciones que aún no fueron atendidas. Incluso hubo dos días de huelga, algo excepcional y drástico en ambos colectivos.

-No fue una medida drástica. Fueron paros por horas o de una jornada laboral, que no derivan en retraso judicial. Es más, como no tenemos regulado el derecho de huelga, en Fiscalía muchos de los que se declararon en paro estaban trabajando y bajaron a las concentraciones. Yo misma por ejemplo. Nuestras movilizaciones no afectan con un colapso. Pero son una manera de visibilizarnos y hacer ver las necesidades. Hay que dar un salto para la modernización de la Justicia.

- Una palabra que se suele vincular al funcionamiento de los juzgados es la de colapso, ¿es así?

-En líneas generales los plazos de resolución de conflictos en primera instancia son razonables. Pero en la resolución de un asunto intervienen muchos órganos jurisdiccionales. Tenemos una justicia muy garantista en la que todo se puede recurrir. Y esto es lo que a veces suscita que un caso se prolongue años. También es cierto que hay causas más complicadas de tramitar. Pero en Vigo se resolvieron en un tiempo razonable y de manera bastante ejemplar casos así. Un ejemplo es el de Las 5 Jotas [ trama de fraude fiscal con facturas falsas].

-Tiene ante sí cinco años más al frente de la Fiscalía viguesa, ¿qué objetivos y retos ve prioritarios?

- Es necesario aumentar el número de fiscales y de la plantilla de la oficina [funcionarios] y avanzar en la digitalización de la Justicia, donde el gran salto pendiente es la desaparición del papel. También desarrollar de forma eficaz un protocolo de víctimas y de manera particular un protocolo de menores víctimas en un proceso penal, así como seguir en la senda de la apertura de la Fiscalía en la formación jurídica. Ya recibimos a universitarios y a alumnos del máster. Y después están los retos que la legislación nos imponga. De forma general, las grandes deudas que existen con la Fiscalía General del Estado son la autonomía y que asumamos la instrucción [judicial]. Es una distorsión que el fiscal tenga el control de los plazos [de las instrucciones], pero que no tenga la causa en su poder.

-Precisamente la reforma de 2015 que impuso los plazos en las investigaciones judiciales ha sido muy polémica, ¿se logró reducir el tiempo de las instrucciones?

-Sinceramente, se ha cambiado la ley para que nada cambie. La realidad es que la duración de la instrucción no ha variado. Y si una instrucción se alarga, es porque la tramitación es complicada. No es lo mismo tramitar una alcoholemia, que en 24 horas está, que un robo continuado en varios partidos judiciales con muchos perjudicados. Y la demora no siempre depende del órgano judicial, sino de un informe policial o una pericial compleja.Y esos plazos merecen un respeto. Una pericial hay que hacerla con cuidado.

-Pide una mayor plantilla en la Fiscalía de Vigo...

- Se necesitan más fiscales. El aumento de plazas no es acorde con el incremento de juzgados. Ahora en Vigo hay 28 fiscales y lo idóneo sería llegar a los 34 o 35. Y otra gran pretensión es que la relación de puestos de trabajo de la oficina [de funcionarios] se equipare al número de fiscales. En cuanto a medios materiales, el fiscal jefe anterior, Juan Carlos Horro, hizo un esfuerzo considerable para ampliar y modernizar las instalaciones de la Fiscalía. Pero el espacio es el que es, no se puede estirar como un chicle. La realidad es que no tenemos despachos que cumplan las garantías mínimas de espacio: los hay dobles, casi sin luz exterior... Esperemos que la Cidade da Xustiza resuelva esto.

- Cita la Cidade da Xustiza, un proyecto por fin en marcha, ¿colmará las necesidades existentes?

-Es un proyecto que acogemos muy positivamente. De cara a un futuro colmará las necesidades. No un futuro largo, pero a medio plazo sí.

- Sobre la evolución de los delitos, ¿qué cambios se perciben?

-Hay un gran conjunto de delitos comunes que han existido siempre, pero cada vez son más frecuentes nuevas formas delictivas a las que hay que dar respuesta, que obligan a seguir especializándose. La cibercriminalidad, por ejemplo, continúa aumentando. Y el fenómeno transfronterizo es cada vez más visible. De hecho se está notando la problemática que generan las migraciones, a lo cual Vigo no es ajena, lo cual precisa también de especialización y conocimiento de la legislación. También hay cambios en lo relativo a la ocultación del patrimonio, de los bienes y efectos que provienen del delito, que implican asimismo un conocimiento del delito de blanqueo.

- Cuando fue nombrada en 2013 fiscal jefe, se convirtió en la primera mujer en ostentar una responsabilidad de este rango en la justicia viguesa...

- La realidad es que nunca antes ninguna mujer había solicitado la plaza de la jefatura de la Fiscalía de Área de Vigo, que además es de reciente creación. Fue la primera vez que se solicitó y que se concedió. Yo nunca tuve problemas por ser mujer, ni como fiscal ni como fiscal jefe. Siempre sentí el respeto que merece la profesión de fiscal, el mismo que me han dado mis compañeros y el mismo que les doy yo.

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