Media hora antes del paso de la comitiva que integraba la Cabalgata por Policarpo Sanz, varias familias buscaban la mejor localización para no perderse detalle, y entre ellas destacaban la formada por la viguesa Teresa Castro con su hija Sabela de 10 años y la de Karine, que vivió por primera vez un 5 de enero en Vigo junto a sus hijas Martina y Melisa, de 9 y 2 años, y su madre.

"Los Reyes en Vigo son ideales, no falté a ninguna Cabalgata desde que era pequeña como buena viguesa. Recuerdo las épocas en las que había hasta asientos en Porta do Sol para poder ver el desfile", afirmó Teresa Castro, a lo que añadió que su parte favorita de la Cabalgata son las carrozas de las asociaciones que colaboran "que trabajan todo el año y gratis para hacer felices a los niños el 5 de enero". A su lado, su hija esperaba impaciente la llegada de sus Majestades y observaba con atención la llegada de los caballos de la policía. "Mi rey favorito es Melchor y le pedí unos tenis y el juego del Twister. Los caramelos me importan menos porque mi madre trabaja en una empresa de dulces y tenemos muchos en casa", aseguró.

Ayer también fue un día muy señalado para Karine y su familia, ya que ella es militar en Ferrol y se mudó a Vigo hace dos semanas para preparar unas oposiciones. "Es nuestra primera cabalgata en Vigo y estamos encantadas porque con la decoración y el alumbrado la ciudad está preciosa y el ambiente que se crea es muy especial. Mi madre está contenta porque por fin puede compartir este evento con sus nietas", dijo. Las niñas, preparadas con sus respectivas mochilas para coger el mayor número de dulces posible, esperaban sentadas la llegada de las carrozas, en especial las de los Reyes Magos. "Mi rey preferido es Baltasar y le pedí un móvil. Tengo dudas sobre si me lo traerá o no pero iré a dormir pronto para levantarme temprano y comprobarlo", reconoció sonriente Martina, de 9 años. Para su hermana pequeña, que aún no se entera mucho de las fiestas navideñas, la niña pide "una moto porque lleva mucho tiempo queriéndola".

Por su parte, la abuela de ambas las miraba con alegría, porque gracias a ellas en esta ocasión no vio la Cabalgata sola, como hacía habitualmente. "En días como hoy es cuando la Navidad tiene sentido", explicó emocionada.