-La violencia de género no cesa. En 2018 un total de 47 mujeres fueron asesinadas en toda España y este año arrancó con un nuevo crimen en Cantabria. ¿Qué más puede aportar la Justicia para poner coto a esta lacra?

- La especialización es la primera respuesta que debe dar la Justicia. Es necesario que el juez y el fiscal conozcan todos los aspectos relativos a las causas de malos tratos, los civiles y penales. Es necesario que el fiscal lleve las ejecutorias de esos casos, el control de las medidas de protección... También debe existir una gran coordinación institucional. Un gran diálogo entre las ONG que operan en la calle y las instituciones que acogen a las víctimas con la Fiscalía, el juzgado y las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. No es que se haya reducido el número de muertes, pero el carácter positivo de la ley se evidencia con el número de denuncias, en la libertad que existe para denunciar. Una libertad que se obtiene también con recursos económicos, con ayudas a las mujeres. Y en lo relativo a la violencia de género, también considero preciso diferenciar lo que es una relación de pareja conflictiva, algo que también sucede, de lo que es un problema de dominio y falta de respeto.

- Y ve esencial alguna otra medida que contribuya a luchar contra los malos tratos...

- Sería muy positiva la creación de una sección específica de violencia de género a nivel del área de Vigo. Una sección que englobe también partidos judiciales cuyas causas son enjuiciadas en la Audiencia [viguesa]. Es el caso de Redondela, por ejemplo. Incluso sería idóneo hacerlo de forma que se creen juzgados específicos que engloben también partidos judiciales de pueblo. La unificación de la violencia de género es esencial.