El presupuesto de Zona Franca para 2019 ha dejado descolocada a la Asociación Provincial de Empresarios de Transportes Discrecionales de Mercancías de Pontevedra (Asetranspo). Tras varias décadas reclamando una gran zona de aparcamiento para camiones dotada de todos los servicios que suelen necesitar los choferes de largo recorrido (restaurante, habitaciones, duchas, reparación de neumáticos, etc), esta patronal tenían fundadas esperanzas de que por fin el proyecto de la Central de Transportes se haría realidad cuando la anterior delegada del consorcio incluyó parte de los siete millones comprometidos en las cuentas de 2018. Sin embargo, la partida reservada para impulsar este megaestacionamiento ha desaparecido de la relación de inversiones previstas para este año, lo que ha llevado a Asetranspo a solicitar una reunión con el nuevo responsable del organismo estatal, David Regades, para saber qué significa esta omisión."Si descarta esta obra sería un error grave", avisa el presidente de la asociación, Ramón Alonso.

Desde Asetranspo argumentan que para una ciudad con un tejido industrial de su magnitud no disponer de un espacio específico para los transportistas supone una "carencia grave". "Ni es imagen ni bueno para las industrias de Vigo y su área que los tranportistas españoles y extranjeros que vienen aquí tengan que aparcar en cualquier rincón", señala Alonso. Y aunque prefiere esperar a la reunión ya solicitada con el nuevo delegado reconoce que se teme "lo peor". Su pesimismo se basa en lo que se plasma en los presupuestos de este año divulgados por Zona Franca. "No hay nada reservado para la Central de Transportes, cuando lo lógico sería mantener la partida teniendo en cuenta los avances en este proyecto", apunta.

Avances así reconocidos por la anterior delegada, Teresa Pedrosa, al término del comité ejecutivo celebrado el 27 de febrero del año que acaba de concluir, y de cuyo contenido el consorcio informó en un comunicado donde la Central de Transportes compartía el titular. En concreto, esta nota informaba que los técnicos de Zona Franca, tras estudiar posibles emplazamientos de 100.000 m2 para un aparcamiento de 200 a 500 plazas, consideraba tres "viables desde el punto de vista económico y técnico" : un área situada en la parroquia de Valadares, en la avenida Clara Campoamor, frente al Parque Tecnolóxico e Loxístico (PTL); otra al norte del polígono de As Gándaras en O Porriño, en el enlace entre las carreteras A-55 y AP-9; y otro área también en O Porriño junto a la A-52 con acceso directo a este vial.

Si bien desde entonces el consorcio no volvió a pronunciarse sobre este proyecto, ni siquiera en la última etapa de Pedrosa al frente, en Asetranspo confiaban en que se sustanciase el acuerdo al que se había llegado en el citado comité ejecutivo, el de contratar a un servicio de ingeniería que analizase cual de las tres ubicaciones eran la más convenientes. Y tampoco tenían motivos para desconfiaar que no fuera así sobre todo cuando el Pleno del Consorcio celebrado en julio de 2017 aprobó la consignación de 7 millones de euros, cinco en el 2018 y los dos en el 2019 que ahora ya no aparecen reflejados.