El Concello de Vigo ha decidido reforzar el dispositivo de frío, formado por un técnico de inserción y un educador social, debido a la bajada de las temperaturas. Este equipo sale a la calle tres veces al día para comprobar el estado de la gente que pasa la noche en la calle porque, según el alcalde, "no quiere dormir en el albergue". Los trabajadores municipales ofrecen a esas personas ropa de abrigo, mantas, bebidas calientes, sacos de dormir y les informan que tienen disponible el albergue. Si el albergue está lleno, el Concello les ofrece una cama en el centro de los Hermanos Misioneros de los Enfermos Pobres de Teis.

Eventualmente, si es necesario, el Concello explica que se les puede facilitar alguna habitación en una pensión o en otro alojamiento.