Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Concello retomará las excavaciones para ampliar la villa romana de Toralla

Los técnicos realizarán catas para determinar las zonas más susceptibles de hallar vestigios romanos

El falso mito de que Vigo era ciudad sin historia cae por su propio peso, concretamente el de los muros, castros y piezas de más de seis milenios que envuelven la urbe. Y este pasado va a más o eso pretende el Concello, quien iniciará este mismo año la ampliación de uno de los yacimientos romanos con más solera y mejor conservados de España: la villa de Toralla. El Ayuntamiento va a encargar un plan de excavación arqueológica que dará comienzo a finales de verano en la zona de la finca de Mirambell con el objetivo de dar a conocer más detalles sobre el pasado más remoto de la ciudad a través de esta antigua villa, que vivió su esplendor entre los siglos III y IV.

Los técnicos municipales realizarán una serie de catas en los puntos donde ya se excavó con anterioridad y próximos a los tres edificios ya en conservación para determinar cuál es el punto más probable donde se puedan hallar estos vestigios de la época romana. El objetivo del proyecto, que prevé prolongarse durante varios años, pasa por la recuperación de la historia de la ciudad, que es "abundante", como hace referencia el alcalde Abel Caballero, avalado por las numerosas muestras preservadas como las vías o las salinas, que ya forman parte de esta recuperación.

Precisamente este consolidado asentamiento romano en el municipio se encuentra conservado y musealizado en el Centro de Interpretación de Mirambell. Sus obras de construcción destaparon en el año 2013 el tercer edificio de la villa así como una sepultura del siglo III. Al igual que se hizo con estos restos -que fueron acristadados y accesibles a cualquier visitante-, las piezas que se hallen en esta próxima excavación también serán puestas en valor y podrán ser visitadas, si bien se desconoce por el momento el método de conservación.

De estos últimos controles realizados en el entorno de la necrópolis se localizaron ladrillos, muros, cerámicas, madera y vidrio que salieron a la luz tras levantar los suelos del chalé de la finca Mirambell, donde todos los veranos los vecinos representan escenas de la época como la celebración de una boda en la antigua Roma, la venta de esclavos o una lucha entre gladiadores.

Entre las joyas localizadas destaca un ladrillo para bóvedas. Esta pieza, recuperada íntegramente, se empleaba en la época del Imperio Romano para las nervaduras que sostenían las bóvedas.

Estos hallazgos evidenciaron la existencia de una villa romana de una importancia extraordinaria en su época, pero la total recuperación de la zona no se acometió de forma inmediata. Ahora el Concello apuesta por rescatar nuevos vestigios del antepaso vigués que podrían poner al descubierto una gran urbe medieval mucho más importante de lo inicialmente demostrado.

La urbe viguesa conserva un gran número de restos arqueológicos que permiten descubrir aspectos de la cultura y la forma de vida de los habitantes de este territorio 2.000 años atrás, historia que fue emergiendo bajo el asfalto con cada humanización. Es el caso del foso defensivo y de ánforas hallado bajo la ladera de O Castro, en la calle Celso Emilio Ferreiro o parte de la antigua muralla y una mina de agua en II República, durante la construcción de las escaleras mecánicas de Porta do Sol.

Compartir el artículo

stats