La imagen del Transversal copado por completo de barras y lingotes de aluminio obliga al Puerto a emprender acciones de urgencia como la optimización de la superficie existente para acoger el aumento rápido y considerable que experimentará esta mercancía a causa del cierre de las factorías de Alcoa en A Coruña y Avilés. "Aunque solo servirán pasa salir del paso este año", admite su presidente Enrique López Veiga recalca que el "espacio es el que hay" por lo que defiende como solución definitiva la ampliación de este muelle. "Y yo estoy dispuesto a hacerla", enfatiza asegurando su inclusión en el Plan Director de Infraestructuras que entre las grandes actuaciones definirá la conversión en atraque de la escollera exterior de la terminal Ro-Ro de Bouzas.
Como primera valoración de la información publicada ayer por FARO sobre el colapso en los muelles comerciales por la acumulación de aluminio, el dirigente portuario la interpreta como una "muy buena noticia", por cuanto significa la consolidación del Vigo como principal puerto gallego de importación de este metal. "Pero esto nos obliga a espabilar", dice en el sentido de impulsar medidas urgentes. Por ejemplo, con el "rediseño" de la superficie actual, y en paralelo, impulsando "actuaciones "más ambiciosas". De lo contrario prevé "serias dificultades" para atender una demanda de espacio "que será muy superior, desgraciadamente, a causa del cierre de Alcoa", argumenta.
¿Como se propone solucionar la falta de superficie de almacenamiento para mercancías si la actual está agotada y los operadores, y no solo los del aluminio, siguen reclamando más? "Ya estamos haciendo todo lo posible por aumentar el espacio mediante la supresión del aparcamiento que tenían reservado para transportistas, y también a ver si conseguimos hacernos con suelo mediante el derribo de los silos viejos de la cementera Tudela Veguín. Pero todo esto son encajes de bolillos porque milagros no podemos hacer. Así que no queda otra; llegó el momento de abordar la ampliación de este muelle", justifica.
El presidente ya tiene una idea aproximada de cómo sería la obra. Conllevaría necesariamente un relleno porque defiende un sistema diferente al utilizado en la ampliación del Areal. "Hacerlo con el sistema de pilotes es carísimo y no sirve, tiene muchas limitaciones, como estamos comprobando", añade.
López Veiga afirma que parte del colapso que registra los 20.000 m2 donde se apilan los cargamentos del aluminio gestionados por kaleido y Alfacargo lo originan las restricciones que deben aplicar el Puerto en este muelle "por seguridad". "A causa de la debilidad del tablero no aguanta el apilamiento de más de dos alturas del aluminio. Como tampoco podemos utilizar un tramo de muelle del Areal para el embarque o desembarque de grandes piezas por riesgo de desplome", indica. Por esta razón, añade, la capacidad de almacenamiento de carga en esta superficie sufre una merma relevante en comparación con las toneladas que en teoría podría soportar una relleno de estas dimensiones.
Sobre el tamaño de esta ampliación y hacia qué zona de los muelles comerciales se acometería, reserva estos detalles para los técnicos que ya trabajan en la redacción del Plan Director de Infraestructuras. Sí garantiza que se haría con las "máximas garantías medioambientales". Pero insiste en que "es la hora de abordar" esta obra. "El Puerto no puede continuar con estos problemas de espacio por mucho tiempo. Como ocurre en la terminal Ro-Ro, en los muelles comerciales también estamos obligados a aumentar la superficie para favorecer nuestra competitividad y de las empresas de la zona", razona.