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Los nuevos módulos del Poder Judicial evidencian que Vigo necesitaría dos tribunales de lo Social más

Las cargas aconsejadas también revelan un exceso de pleitos en Mercantil, que será liberado de trabajo con el traspase de asuntos a los de Pontevedra

Uno de los indicadores para medir si el volumen de casos de los juzgados es el adecuado son los módulos de carga máxima de trabajo que aconseja el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Unas cifras que acaban de ser modificadas tras un acuerdo con el Ministerio de Justicia. Los actualizados módulos, ya publicados en el BOE, sustituyen a los que estaban vigentes desde 2003. Y si se comparan con los pleitos que registran las diferentes salas viguesas, éstos arrojan que, para cumplir la carga recomendada, la ciudad precisaría otros dos juzgados de lo Social, además de evidenciar un importante exceso de litigios en el de lo Mercantil.

Los cinco juzgados laborales registraron 5.480 pleitos en 2018. El módulo recomienda un máximo de 800 por sala al año -con ejecuciones-. Así que en total no deberían sobrepasarse los 4.000. El exceso de litigios aconsejaría crear dos salas más. De hecho, ya hay una de refuerzo, que Xunta, CGPJ y TSXG piden que se convierta en definitiva.

En relación al Mercantil, lo máximo aconsejado, entre casos y ejecuciones, son 435. Y el de la urbe olívica asumió sumando ambos tipos de expedientes 632 causas. Algo que revela un exceso anual de casi 200 asuntos. Precisamente, en relación con esta sala, con competencia en Vigo y Val Miñor, habrá una modificación de su reparto para aliviarla de trabajo. Parte de sus casos irán a las dos de Pontevedra, con una carga de pleitos mucho más baja. Este enero los magistrados de los tres tribunales celebrarán una junta para decidir el nuevo reparto -acuerdo que deberá ser ratificado por el TSXG-. El mismo podría hacerse por materia -por ejemplo derivando a la capital parte de los numerosos casos contra aerolíneas que registra Vigo-. El escollo a salvar para este reparto de asuntos será de tipo informático, ya que, a estos efectos, el juzgado olívico funciona de forma autónoma con respecto a los dos pontevedreses.

Con respecto al resto de los juzgados, la carga de trabajo es acorde a los nuevos módulos o incluso está por debajo. Este último supuesto es por ejemplo el claro caso de los juzgados de Instrucción y el de Violencia sobre la Mujer. Tampoco alcanzan el máximo los de lo Penal. Los contenciosos están cerca de las cifras límite aconsejadas y los de Primera Instancia los superarían sumando las ejecuciones.

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