Las últimas horas de 2018 y las primeras de este 2019, las que constituyen la noche más festiva del año, se saldaron en Vigo con algún susto, pero sin incidencias de gravedad. Uno de los sucesos más aparatosos se registró la tarde del 31 de diciembre, en el barrio de O Calvario, donde una mujer de 54 años y sus dos nietos menores de edad resultaron intoxicados, de carácter leve, por la mala combustión de un brasero que tenían en la cocina. Ya a medianoche, tras el tradicional ritual de las 12 uvas, los bomberos tuvieron que trasladarse a varios puntos de la ciudad por pequeños incendios causados principalmente a causa de petardos o bengalas. Tanto la Policía Nacional como la Local destacaron que durante la Nochevieja no hubo altercados severos, aunque sí atendieron casos de intoxicaciones etílicas o alguna pelea en discotecas. La fiesta, eso sí, impidió el descanso de muchos vecinos de la urbe, ya que se recibieron "bastantes" llamadas protestando por ruidos durante la madrugada.

Fue poco antes de las siete de la tarde cuando se recibió la alerta de la mala combustión de un brasero en la calle Toledo. Una mujer de 54 años que tuvo que ser trasladada al Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo y sus dos nietos de 5 resultaron intoxicados por inhalación de monóxido de carbono, si bien, según fuentes municipales, dicha intoxicación era aparentemente leve. Fuentes del 061 agregaron que otra mujer, de 35 años, también fue atendida en el lugar por los sanitarios, que se trasladaron en dos ambulancias, una de ellas medicalizada. Al punto acudieron también la Policía Local y los bomberos, que ventilaron la vivienda y llevaron a cabo mediciones de gas, que resultaron negativas.

De madrugada

Y ya a medianoche, en pleno inicio de la celebración de la llegada de 2019, el trabajo se multiplicó para los bomberos. Las incidencias en las que intervinieron de madrugada se concentraron sobre todo entre las 00.00 y la 01.00 horas, causadas principalmente por lanzamientos de petardos y bengalas. Es lo que ocurrió por ejemplo en una casa de un quinto piso de la calle Oporto con Rosalía de Castro. Una bengala impactó en la ventana, rompiendo el doble ventanal y quedando frenada por la persiana. Otro artefacto prendió fuego en unos setos en Travesía de Vigo. Y hubo tres incendios en contenedores en las calles Coruña, Areal y Gregorio Hernández. Un toldo, según la Policía, también se vio afectado por el fuego.

Y en cuanto al juzgado de guardia, el de Instrucción 8, el primer día del año se saldó con el pase a disposición de dos detenidos. Uno de los arrestos fue por violencia de género, mientras que el otro fue el de un hombre por la presunta autoría de un delito de allanamiento de morada. Fue sorprendido la madrugada de este 1 de enero en la casa de una mujer con la que en el pasado, al parecer, había mantenido algún tipo de relación. El juez decretó su libertad, pero sigue investigado y se le impuso una medida de alejamiento y de prohibición de comunicación con la presunta víctima.