Los mayores fans del gran árbol de Porta do Sol son las personas mayores, un hecho que quedó claro ayer por la tarde ya que se reunieron alrededor de él casi 200 ancianos con motivo de su tradicional recorrido navideño en taxi por el alumbrado de la ciudad. La iniciativa, en la que participaron decenas de residencias y 43 taxistas, está promovida por Radiotaxi y el Concello y ayer el alcalde acompañó a todos para darles sus mejores deseos en unas fechas tan señaladas y familiares. "Las luces las puse para vosotros", afirmó dirigiéndose a los ancianos.

"Si no hubiera venido en taxi mis hijos me tendrían que acercar y no quiero molestar. Es una experiencia bonita porque vengo con mis compañeras", explicó Nieves Gil, de 84 años. La anciana vive en la residencia Sanitas y le gustaría hacer el viaje en taxi en 2019, pero reconoce que lo primero que quiere hacer el año que viene "es vivir".

A su lado y en silla de ruedas estaba Gloria García, de 87 años, que vive la experiencia por segunda vez. "Es positivo salir de la residencia para ver la Navidad, porque de otra manera no podría. Este año la decoración es más maravillosa incluso que la de 2017", afirmó. Cerca del árbol y observando los cambios de luces estaban María Peleteiro y Eulogio Fernández. Ambos ya son veteranos de esta iniciativa. "El alumbrado me impresiona y los adornos de García Barbón son estupendos", explicó Peleteiro desde su silla tapada con una manta, mientras Fernández se agarraba su boina y manifestaba que "viajar en taxi es una aventura" y recordaba sus épocas de juventud viendo la Navidad de cerca ya que trabajó durante años como mecánico en el centro.

Entre los taxistas todo eran caras de satisfacción y algunos como Nerea se estrenaban en estos viajes solidarios. La joven recogió a tres mayores de la residencia Ballesol, en Gran Vía. "Con salir de su entorno habitual ya estaban emocionados. Les gustó el viaje y ver sus reacciones no tiene precio", concluyó.