Un acuerdo in extremis y "de mínimos" que permitirá abandonar la situación de preconcurso. El Sergas y Povisa culminan unas negociaciones que se prolongaron casi tres meses con la firma de una cláusula de mejora del concierto entre ambos que evita la entrada del hospital en concurso de acreedores a falta de una semana para que se cumpliese el plazo máximo. La dirección del centro vigués alegó unas pérdidas totales de 42 millones de euros a raíz de este convenio, aunque con la actividad privada y la no distribución de dividendos en varias décadas, los números rojos reales del hospital se cifran en 15,2 millones desde 2014.

Entre las medidas acordadas destaca que sea el Sergas el que asuma los fármacos de los pacientes externos, incluidos los de alto impacto, un cambio en el sistema de pagos y que Povisa se integre en los sistemas farmacéuticos de la EOXI de Vigo.

Estos acuerdos que el Sergas califica de "eficientes", Povisa tilda de "insuficientes". La dirección del hospital del grupo Nosa Terra XXI afirma "no sentirse satisfecha" con el resultado de la negociación al mantener un escenario de pérdidas, pero acepta el acuerdo como "un ejercicio de responsabilidad con los trabajadores y usuarios del hospital, aunque el escenario de déficit obligará a tomar medidas internas de reducción de gastos y aumento de ingresos para evitar que la posibilidad de un concurso de acreedores pueda volver a producirse".

Y es que durante la negociación se ha podido corroborar que el problema de Povisa no está en lo que ingresa, sino en lo que gasta. Buena parte de ello procede de la medicación a pacientes externos ambulatorios, es decir, el tratamiento de las personas que no están ingresadas. Por eso se llegó al acuerdo de que el Sergas asuma la dispensación de estos medicamentos a cambio de una reducción de la cuantía que paga por cada usuario que atiende. A día de hoy, Sanidade abona al centro concertado 540 euros por cada paciente de la Seguridad Social que tiene asignado. Tras el acuerdo, la cifra baja a los 504,79 euros porque el Sergas pasa a asumir unos fármacos que hasta ahora no pagaba y cuya diferencia es mucho mayor.

Es precisamente sobre este índice de la cápida donde, según Povisa, reside en problema principal. Y es que en lugar de estar ligado a la evolución de los gastos hospitalarios, se fija en función a la evolución de los precios que fija el INE, que en este periodo ha tenido resultados negativos.

Dentro de esta dispensación ambulatoria también se incluye la de alto impacto. En este punto se produjo una discrepancia en la interpretación del concierto sobre los medicamentos ya dispensados -y abonados- por Povisa desde 2014 a 2017. "Hay una parte de esa medicación que sí reconocemos pero hay otra en la que no estamos de acuerdo. Por ello hemos decidido abonar la parte en la que estamos de acuerdo, 2.065.000 euros, pero el resto queda pendiente de las alegaciones de Povisa al Consello Consultivo", precisó el gerente del Sergas, Antonio Fernández-Campa.

Para regular este trasvase de medicación, Povisa deberá integrarse en el sistema de dispensación de fármacos de la EOXI de Vigo y compartir su misma guía farmacoterapéutica. "Nos parece razonable que un usuario reciba las mismas prestaciones haya decidido que le atiendan en Povisa o en el Chuvi", añade Fernández-Campa.El hospital participará de las compras centralizadas de medicamentos de forma que el Sergas los adquiere y se los da a Povisa.

Actividad adicional

Otro aspecto importante está relacionado con la reducción de los periodos de pago del Sergas a Povisa con el objetivo de disminuir las tensiones de tesorería y evitar acumulación de deudas. Asimismo, Povisa se incluye en el plan PERLE por el que podrá operar a pacientes en lista de espera de la EOXI viguesa o realizar otras pruebas facturándolo a mayores del concierto.