Un vendaval con rachas que rozaron los 80 kilómetros por hora sacudió la ciudad vigueses ya bien entrada la madrugada del martes dejando tras de sí un reguero de casi medio centenar de incidencias. Contenedores tirados por las aceras y calzada, poniendo en peligro o dificultando la circulación, ramas arrancadas de los troncos de los árboles o incluso adornos navideños sucumbieron al temporal que se dejó notar en todos los puntos de las Rías Baixas. Las inclemencias temporales no lograron poner en jaque ni el transporte aéreo ni marítimo, ya que ningún vuelo con destino o salida en Peinador se vio obligado a cambiar sus horarios, cancelarse o desviarse y misma situación con el transporte de ría, donde las conexiones entre Vigo y Cangas discurrieron sin incidencias durante la mañana.

Fue precisamente a primera hora de la jornada cuando se registraron más precipitaciones acompañadas por fuertes vientos. En concreto, y según la AEMET (Agencia Española de Meterología), la estación viguesa recogió 16,4 litros por metros cuadrados y registró a las 10.00 horas rachas de viento de hasta 68 km/hora. Las cifras se incrementan en la estación de Peinador, con casi 20 litros por m2 y ráfagas próximas a los 80km/h.

Estas condiciones meteorológicas se dejaron sentir en todos los barrios y parroquias del municipio vigués, con numerosas intervenciones por parte de bomberos, Policía Local o Protección Civil. En el turno de noche, los efectivos de los parques de Teis y Balaídos salieron hasta en una decena de ocasiones por la presencia de contenedores en medio de la carretera en Tomás Alonso, Gran Vía, Castelao y Florida. En la Avenida de Marín tuvieron que retirar un pequeño árbol que se precipitó sobre un edificio sin causar mayores consecuencias. Los adornos navideños no pudieron esquivar la borrasca y en varios puntos de la ciudad (Florida y Venezuela) tuvieron alertas por el desprendimiento del alumbrado que pudieron provocar importantes daños debido a su tamaño.

El siguiente turno dejó otros tantos percances. Así, los bomberos tuvieron que desplazarse hasta la calle Casalinos por la rotura de un poste de telefonía, al cementerio de Pereiró por la presencia de cables eléctricos en medio de la calzada, a Camiño Corredoira para retirar un árbol que cayó sobre el muro de una vivienda provocando daños en el mismo además de otra media docena de contenedores de basura esparcidos por las calles.

Fue a partir de las 10.00 horas de la mañana cuando se registró un pico en las llamadas a los servicios de emergencia de la ciudad. En la calle Bajada Ríos la caída de una señal dañó un vehículo aparcado. El constante vaivén de otro cartel informativo obligó a los bomberos a acudir a Travesía de Vigo para su retirada. A pocos metros, en Gregorio Espino, una chapa metálica de un negocio también amenazaba con caer. La que terminó cediendo a la borrasca fue una de las cubiertas de las gradas de uno de los campos de entrenamiento de A Madroa. Separadores viales en la AP-9 también fueron desplazados al igual que otros adornos navideños, vallas publicitarias y postes de la luz en Fragoselo, Avenida de Ramón Nieto, Rúa Marín, Ángel de Lema y Marina y calle Faisán.

Una de las incidencias más llamativas de la jornada tuvo lugar en el Puerto, donde un mercante atracado en la ciudad estuvo a punto de perder uno de los barcos de recreo que lleva en su cubierta por culpa de los fuertes vientos.