La Asociación Galega de Enfermaría Familiar y Comunitaria advierte que existe un "problema presupuestario" en la asignación de recursos en la sanidad gallega y ha reclamado a la Xunta cambios en la "gestión global del sistema público de salud porque la situación no se solucionará solo con un mayor número de especialistas".

Después de la dimisión en bloque esta semana de 25 jefes de servicio y de unidad de Atención Primaria del Área sanitaria de Vigo, el colectivo asegura que no se trata de "un problema local" del área de la provincia pontevedresa y que mucho menos se resolvería si hubiese posibilidades de contratar a un mayor número de especialistas en medicina familiar y comunitaria o pediatría, como se ha apuntado desde el Sergas.

"Entendemos que esto es una crisis no solo por la falta de profesionales, o de la zona de Vigo, es una crisis que tiene que ver con la orientación y con la gestión global del sistema público de salud", puntualiza en un comunicado.

La asociación apunta hacia un "problema presupuestario, en la asignación de recursos entre la atención hospitalaria, escorada claramente hacia una concepción hospitalocentrista, medicalizada, orientada a los problemas agudos de salud y cada día más dependiente de la tecnología y de la farmacopea".

En su comunicado, los enfermeros niegan, sin embargo, que los centros hospitalarios tengan "una situación laboral y administrativa adecuada; ellos también sufren las políticas de recortes y reducciones de las inversiones".

A su juicio "los problemas de ajuste y renovación de cuadros de personal, que han sufrido todos los colectivos", también se encuentran en la base del problema, por haber "repercutido en la calidad asistencial y en el desarrollo diario" del trabajo en los centros de salud.

Además, el colectivo pone el foco en el hecho de que en Atención Primaria todos los elementos que conforman su cadena asistencial "son muy importantes", por lo que, aseguran, si falla uno de ellos, el resto se resiente.

Ante el conflicto existente, la asociación recomienda crear una mesa de consenso o grupo de trabajo en el que estén representados todos los sectores implicados y advierte. "No es el momento de excluir a nadie, ni de protagonismos o liderazgos que después puedan sementar malos entendidos o preferencias, que dejen problemas larvados que no tardarán en resurgir", esgrime. Así que el colectivo de enfermería exige "generosidad y altitud de miras", si de verdad se quiere caminar en la solución del conflicto, y alejarse de la actitud de qué hay de lo mío.

En este contexto, tiene que ser la administración autonómica la que dé los primeros pasos, porque "no valen justificaciones y seguir mareando los problemas".