El Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo de Vigo se propone abordar la primera ampliación de su sede en los 18 años que lleva en la Estación Marítima. Entre el tiempo transcurrido y las variadas funciones que ejerce "nos hemos visto desbordados", asegura el director de la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima (Sasemar) -dependiente del Ministerio de Fomento- en la carta que dirige a la Autoridad Portuaria solicitándole superficie para anexionar a sus instalaciones. Pero Ignacio López Cano no pide una cualquiera sino los 400 m2 casi contiguos y ahora vacíos por el traslado de la Policía Portuaria a Praza da Estrela. Y esto es lo que complica la decisión que está a punto de tomar el Puerto, comprometido con antelación con la Policía Nacional, que aspira a mejorar con ese mismo local su servicio de control a los cruceristas.
Ubicado en la segunda planta del emblemático edificio, en el centro vigués de Salvamento Marítimo trabaja una plantilla formada por 14 controladores y una administrativa dirigida por el jefe José María Suárez-Llanos. Además de emergencias y lucha contra la contaminación en el mar controla el tráfico de buques en la ría de Vigo, cometido este que también lleva a cabo en la de Pontevedra. Competencias de trascendental importancia hoy en día sobre todo para salvaguardar la seguridad del ingente número de tripulaciones que navegan por estas aguas, y a las que pronto se sumarán más como la responsabilidad de los rescates en las que bañan el estuario pontevedrés, ahora tutelado por el centro de Finisterre.
Así que después de abordar una costosa renovación tecnológica que en los dos últimos años situó sus medios de observación y comunicaciones al nivel de los que cuenta la torre de Porto do Son, Salvamento de Vigo cree que ha llegado el momento de ampliar su cuartel general. Aunque en su concesión administrativa consta una superficie mayor, una parte de ella la ocupan habitáculos que contienen la maquinaria de las antenas y radares, reduciéndose su ámbito útil se a 200 m2, aproximadamente. No es un espacio pequeño en comparación a los que hay en concesión en el resto del inmueble, en cambio, según describe López Cano en su misiva al presidente del Puerto "cada vez más frecuentemente" sufren esa situación por la que sus trabajadores se sienten "desbordados".
Esta solicitud formal del director de Sasemar se produce después de que el jefe de Salvamento en Vigo mantuviese varias conversaciones con la Autoridad Portuaria interesándose por el mencionado espacio que quedaría libre. Fue en estos contactos donde directivos de Praza da Estrela revelaron a Suárez-Llanos que la Policía Nacional estaba detrás del mismo emplazamiento de 400 m2, que en realidad consta de dos locales separados que la Policía Portuaria usaba como sala de control.
Decisión salomónica
Como informó este periódico el pasado junio, el puesto donde agentes de la Brigada de Extranjería de la Nacional ejercen el control sobre cruceristas -ubicado en la planta baja, junto a los escáneres del filtro de seguridad- reúne unas condiciones "muy pobres y deterioradas", con mobiliario y tecnología anticuadas, filtraciones de agua y "hasta ratones", como aseguró la responsable de este servicio al presidente del Puerto. Desde este momento Enrique López Veiga se comprometió a solucionar la situación incluyendo la búsqueda de un nuevo espacio u otro a mayores, y poco tiempo tardó en barajar la posibilidad de ofrecerles el local de la segunda planta.
El dirigente portuario nunca ocultó su querencia hacia los Cuerpos de Seguridad del Estado, como demostró con la fuerte inversión que destinó a las nuevas dependencias de la Guardia Civil en el Tinglado del Puerto. Aun así, con la solicitud ahora del máximo responsable de Sasemar, y dado el valioso servicio que desempeña este centro, se ve obligado a replantearse la primera opción por la que apostaba para asignar la superficie. Todavía no ha tomado una decisión definitiva aunque deja entrever que será salomónica:"Hay sitio para los dos".
