El PP de Vigo enfocó su almuerzo de Navidad con la militancia a lanzar la campaña de las municipales. Lejos de los tradicionales brindis con buenos deseos y de escaso contenido político, ayer dejó entrever la proximidad de los comicios del 26 de mayo y tanto la candidata como el presidente autonómico aprovechó la presencia de casi medio millar de afiliados y simpatizantes para sentar las bases de su discurso y tratar de desgastar el proyecto de Abel Caballero. Sin mencionar su nombre de forma explícita, el alcalde fue el centro de las intervenciones tanto de Elena Muñoz como de Alberto Núñez Feijóo, que mucho más suelto en actos del partido que en su papel institucional, llegó a situarlo como alcalde "del anecdotario" y el "brillo temporal". Criticó su política social, la ausencia de Plan Xeral, su rechazo a la candidatura autonómica para convertir el Parque Nacional en Patrimonio de la Humanidad y su "boicot al equipo de fútbol que lleva el nombre de la ciudad por España".

El dirigente popular no evitó ninguna de las polémicas surgidas con el ayuntamiento y reiteró que Vigo es el municipio gallego "con la peor política social de Galicia". "Es la ciudad con menor interés por tramitar la Risga y por solucionar los desahucios, que resuelve la Xunta en un 99%", defendió entre aplausos durante la comida celebrada en el Hotel Bahía de Vigo. Allí compartió mesa con la presidenta del Congreso, el presidente provincial del partido, el conselleiro de Sanidade, el delegado de la Xunta, el presidente del Puerto y otras autoridades que arroparon a la candidata y presidenta local. También lo hicieron los exregidores Corina Porro y Manolo Pérez, a los que tanto Muñoz como Feijóo pusieron como ejemplo de gestión. También había compañeros de toda el área metropolitana que el PP pidió a Caballero desbloquear.

Feijóo advirtió que la política "son propuestas y no brillos temporales. Vigo no puede limitarse a ser protagonista del anecdotario de España y salir en programas en los que se ríen de nosotros", criticó en alusión al alumbrado antes de afearle a Caballero su oposición "a cualquier avance de la ciudad" y atribuirle la firma de "todos los follones que se producen en Galicia". Frente a esta forma de actuar, los populares reivindicaron que "todos los grandes proyectos de Vigo llevan la firma del PP", recordando el hospital, el Centro Vialia, la depuradora, la autovía a O Morrazo o la Ciudad de la Justicia. Y no podían faltar menciones al accidente de O Marisquiño. El presidente gallego lamentó que el alcalde "haya logrado también el protagonismo por su negligencia en los sucesos", asegurando a continuación que "gestionó mal, no dio explicaciones y no pidió disculpas por autorizar un acto en un sitio donde nunca debió hacerlo".

"Un populista que empobrece"

También Muñoz convirtió al alcalde en centro de sus críticas. "No necesitamos un populista que empobrezca a la ciudad", aseveró antes de arengar a los suyos a preparar a conciencia el trabajo hasta mayo. "2019 es un año fundamental y tenemos la gran responsabilidad de rescatar a Vigo de esta situación, presa de un alcalde lastrado por la situación económica y por un accidente con 467 heridos al que responde con soberbia y altanería". Muñoz lamentó la salida de proyectos económicos hacia municipios del entorno y la subida de impuestos, poniendo al PP como "única alternativa para revertir esta situación". Su receta es volver a apostar por el naval, la pesca y la automoción para volver a fijar población. Lanzó un mensaje claro a los suyos: "Las urnas están vacías y tenemos que llenarlas con votos de protesta para devolver Vigo a los vigueses", les advirtió.

La presidenta del Congreso también aludió al alumbrado. Ana Pastor fue la más directa asegurando que tiene la impresión de que "se usan las luces para tapar las sombras por la falta de gestión que tiene el Concello", profirió entre aplausos.