Tres años después de que se admitiese a trámite la demanda de divorcio entre la actriz y presentadora Silvia Fominaya y su ya exmarido, un empresario gallego, hay sentencia. El Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vigo declara disuelto el matrimonio y establece las medidas referentes a los dos hijos de los excónyuges. Con la cuestión de las visitas y vacaciones de los dos menores que tienen en común ya resuelta por acuerdo entre las partes, la magistrada concede una pensión compensatoria a Fominaya de 1.000 euros mensuales durante dos años -en la demanda de divorcio la actriz solicitaba 5.000 euros- por el desequilibrio económico que le supuso la ruptura de la relación. El empresario también deberá de hacer frente a una pensión de alimentos para sus hijos de 1.100 euros al mes por cada uno (2.200 en total), cantidad que se incrementará en el caso de que los menores y su madre se muden a Madrid, pretensión de la actriz.

El juzgado concede la guarda y custodia a Fominaya y determina que la patria de los menores será compartida. En esta cuestión ya había acuerdo previo por ambos progenitores al igual que en la concesión de la casa familiar de Tomiño a Fominaya -si bien los gastos de suministros y mantenimiento deberán correr a cuenta del empresario gallego- y el régimen de visita de los hijos en favor del padre.

La actriz reclamaba un pensión compensatoria muy superior a la concedida, que ascendía a los 5.000 euros. En la vista, en la que compareció su mánager, ésta afirmó que Fominaya trabajaba de forma habitual como actriz, presentadora y colaboradora en programas de televisión, destacando su participación en "Crónicas Marcianas". Una vez contrajo matrimonio (que duró seis años) dejó de tener esta presencia activa.

La jueza, aunque no estima su petición en su totalidad, sí le concede una pensión compensatoria por desequilibrio económico derivado de la ruptura. Considera que ha tenido algunos trabajos y se reincorporó al mundo laboral pero en menor medida que antes de contraer matrimonio.