En Bouzas se frotan las manos con el movimiento extra de vehículos a consecuencia de la huelga de estibadores en Setúbal. Muy al contrario de lo que vaticinó la ministra do Mar hace apenas 48 horas, la paralización del principal puerto Ro-Ro de Portugal, y salida natural de la producción de Autoeuropa -la planta de Volkswagen en Palmela- continuará sine die. De hecho tan pronto trascendió ayer el anuncio del Sindicato Nacional dos Estivadores e Actividade Logística (SEAL) de que las movilizaciones continuarían hasta el 1 de enero de 2019 y a partir de aquí por un "tiempo indeterminado", los operadores vigueses comenzaron a recibir la confirmación de la salida y llegada a estos muelles de más vehículos con origen o destino Portugal. En conjunto se estima que el conflicto laboral en la terminal lusa reportará a Vigo del orden de 2.000 vehículos cada semana.
Con Vigo colocado por las marcas automovilísticas como puerto alternativo a Setúbal para exportar e importar a Portugal, las expectativas a que se puedan consolidar esta dinámica con independencia de que se acabe o no la huelga se multiplican. De momento las empresas viguesas más beneficiadas por el conflicto laboral en Portugal al gestionar la estiba de los coches desviados de allí, como Suardiaz o Termicar, se muestran prudentes en cuanto a que este flujo extra se traduzcan por ejemplo en nuevas escalas, que sería lo deseable y lo que le reportaría más ingresos, pero con los volúmenes captados hasta ahora ya se pueden dar por satisfechos.
Solo en el último mes, de los casi dos que dura el bloqueo en Setúbal, entre los coches descargados por los tres barcos desviados y los embarques realizados por Volkswagen de unidades con destino Reino Unido, Vigo ganó ya cerca de 3.000 coches. Y esta cifra tardará poco en duplicarse cuando arranque la exportación de la marca germana hacia Italia, que supondrán unos 2.500 coches a mayores en Bouzas de aquí al final del año.
La primera caravana de tráilers cargados en Palmela con los modelos T-Roc y Sharan específicos para el mercado italiano llegarán entre hoy y mañana a Vigo. La previsión que manejan en esta terminal es que estas unidades sean embarcadas la próxima semana en el Viking Coral dentro de una escala fija que este buque aprovechará para embarcar también coches PSA y descargar Renault. Entretanto continúan saliendo por Bouzas los Volkswagen "de volante inglés" producidos en Portugal que atiende en campa Suardiaz. Por el movimiento realizado por los dos barcos de la naviera EML recibidos hasta la fecha -el último el Aquarius Ace, el pasado sábado-, esta exportación hacia el Reino Unido mueve de media 600 unidades por semana.
Todas estas previsiones podrían quedarse cortas una vez enquistado por completo el conflicto en el puerto luso cuando todo indicaba que llegaba a su fin. En declaraciones ayer a medios lusos, el presidente del SEAL, António Mariano, aseguró que la huelga a las horas extraordinarias continuará en 2019. Esta es una movilización que se había celebrado en paralelo a la que desde el 5 de noviembre protagonizan los trabajadores eventuales, y donde reside el origen del bloqueo que sufre esta terminal ubicada al sur de Lisboa. Sin embargo ahora ambos conflictos se mezclan después de que las empresas exigiesen como condición a la contratación fija de 56 eventuales el final de los paros en las horas extras.
El sindicato rechaza de plano esta exigencia y en las próximas horas presentará un preaviso de huelga hasta el próximo 1 de enero "y a partir de aquí por un tiempo indefinido". En las empresas lusas ya se han activado las alarmas. "La inactividad en Setúbal está asfixiando a la industria de la región", avisó en un comunicado la Associação da Indústria da Península de Setúbal (AISET).
